Barcelona no ganó, casi se pelea y tampoco pudo anotar el gol 700 de su carrera profesional. Lionel Messi no la pasó bien ante el Sevilla.
Lionel Messi tenía en el Ramón Sánchez Pizjuán un reto personal que ilusionaba a sus seguidores. Enfrentaba con Barcelona al Sevilla por la jornada 30 de La Liga y tenía dos objetivos: el triunfo que le permita volver a estirar su ventaja sobre el Real Madrid y anotar un gol, el que significaría la anotación 700 en su carrera profesional.
Cómo no pensar que era el momento preciso para el argentino. Habiá marcado contra Mallorca y Leganés en los cotejos previos del 'Barza' y ahora se medía contra el equipo que más veces pudo celebrar un tanto. Previo a este juego, Leo se midió 38 veces ante Sevilla y anotó 37 goles, además de brindar 16 asistencias. Sin duda, toda una pesadilla. Aunque, esta vez no fue la jornada especial que aguardó.
El capitán del Barza sufrió la fuerte marca que impuso Julen Lopetegui en sus dirigidos y no contó con tantas ocasiones para llegar a puerta, como en anteriores cotejos. Sin embargo, los cobros de tiro libre, una de sus especialidades, seguía siendo el camino por el cual los azulgranas se esperanzaban. Luego de que Jules Koundé evitara un disparo de Leo en el primer tiempo, tuvo otra chance a los 73 minutos.
Messi se paró frente al balón y envió un potente remate dirigido hacia el arco de Sevilla, pero Tomás Vaclik reaccionó a tiempo enviando la pelota al tiro de esquina, cuando esta ya parecía caer cerca del horizontal. No llegó el histórico gol 700 de Lionel Messi y ahora, solo al sumar un punto por el empate 0-0, Real Madrid tiene todo servido para llegar al primer lugar de la tabla.
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