El cuadro paulista empató 1-1 con Cruzeiro, resultado que le bastó para asegurar el primer lugar del torneo brasileño. El Botafogo, que llegó a ser cómodo líder del Brasileirao con 13 puntos se ventaja, se desplomó y apenas acabó en quinta posición.
El Palmeiras de Sao Paulo se coronó campeón del Brasileirao por segundo año consecutivo, con un fulminante remate de temporada en el que tomó ventaja de la debacle estrepitosa del Botafogo.
El Verdão llegó a la última jornada (38) como virtual vencedor e incluso una derrota contra Cruzeiro en Belo Horizonte (sureste) le podría haber garantizado su estrella 12, que lo consolidó como el equipo más veces campeón de la liga de Brasil.
Pero el once que dirige el portugués Abel Ferreira, dominante del fútbol sudamericano en los últimos años, empató gracias a un tanto del delantero Endrick, la perla del Real Madrid de 17 años, que aprovechó un rebote tras un contragolpe en el minuto 21.
El mediocampista Nikão (81) puso las tablas para los locales (14º) en el estadio mundialista Mineirão.
Los únicos perseguidores que tenían chances remotas de robarle el título, el Atlético Mineiro de Luiz Felipe Scolari y el Flamengo de Tite, precisaban que cayera goleado y ellos a la vez aplastar a Bahia y Sao Paulo, respectivamente, para reducir la diferencia de goles y destronarlo.
Pero ambos perdieron, el 'Galo' 4-1 contra Bahia en Salvador (noreste) y el 'Fla' 1-0 en Sao Paulo, y cedieron la segunda posición al sorprendente Gremio del delantero Luis Suárez.
El uruguayo anotó dos goles, uno con un penal a lo Panenka, en la victoria 3-2 contra Fluminense en el Maracaná, cerrando por la puerta grande el año en que los gaúchos regresaron a la primera división.
Al final, la corona se definió por un margen de dos puntos, el menor desde el torneo de 2020: Palmeiras con 70, Gremio con 68 y Atlético Mineiro (3º) y Flamengo (4º) con 66.
El Botafogo se desplomó
En la alegría palmeirense tuvo mucho que ver el desplome histórico del Botafogo de Río de Janeiro, que lideró el torneo durante 31 jornadas y tuvo una ventaja de 13 unidades.
Pero se derrumbó en la segunda vuelta, sin triunfos desde la fecha 27, y llegó al último encuentro sin chances de título.
Botafogo perdió 1-3 con Internacional (9°) en Porto Alegre y quedó en la quinta casilla, con 64 puntos.
Su delantero Tiquinho Soares (17 goles), además, perdió el título de artillero con Paulinho (20), del Mineiro.
El DT del Palmeiras llegó incluso a decir que la liga estaba perdida debido al buen andar del 'Fogão', pero nadie imaginó tamaño traspié de los cariocas en la búsqueda de su tercera estrella, tras las obtenidas en 1968 y 1995.
La remontada paulista parecía difícil en medio de las complicaciones que tuvieron para reforzarse y al perder en agosto al referente de ataque, el extremo Dudu, por una grave lesión en la rodilla derecha.
Pero la solución, en buena medida, estuvo en casa y en los pies de una perla: Endrick, que jugará con el Real Madrid a partir de mediados de 2024.
El atacante, que tuvo un mal arranque, anotó once tantos en 31 partidos y fue vital en la recta final, especialmente con un doblete en la remontada 4-3 contra Botafogo en la jornada 31.
Aquel triunfo fue clave para que tres fechas después se pusieran al frente de la tabla de clasificación por primera vez y hasta el cierre del Brasileirao.
"No tengo ese protagonismo, solo agradezco por estar en este elenco", dijo Endrick al canal SporTV tras ganar el título. (AFP)
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