Con goles de Joao Miranda y Mario Mandzukic, los "Colchoneros" se impusieron a un aguerrido Eibar y alcanzaron 4 puntos en el torneo.
La estrategia, con dos cabezazos del brasileño Joao Miranda y el croata Mario Mandzukic, transformaron un partido inquietante en victoria para el Atlético de Madrid, un triunfo infinitamente mejor en el marcador que en el juego y con dosis de sufrimiento hasta el final ante un competitivo Eibar (2-1).
En un día de fiesta en el Vicente Calderón por la entrega del trofeo de campeón de Liga de la pasada temporada, el encuentro del conjunto rojiblanco transcurrió por debajo de las expectativas, aún sin el funcionamiento del pasado curso y agarrado a las acciones a balón parado para superar al equipo vasco.
A pelota parada, como ya ocurrió la pasada campaña, el Atlético maneja una amplia variedad de recursos y golpea con una eficacia letal, como confirmó en el minuto 11, cuando el partido se limitaba a jugadas irrelevantes en uno y otro área, hasta que Koke botó un saque de esquina perfecto y Joao Miranda cabeceó el 1-0.
O como ratificó una vez más en el minuto 25, en un lanzamiento de falta de Gabi, tocada con sutileza al borde del área pequeña, donde el croata Mario Mandzukic transformó su segundo gol en cuatro duelos oficiales con el Atlético con una de sus especialidades, la cabeza, y con toda la facilidad del mundo, sin oposición de la zaga rival.
En el minuto 34 en una combinación preciosa del Eibar, rápida, con precisión y con una ejecución final formidable con el interior del pie derecho de Abraham a la escuadra, una parábola imposible para Moyá, tras una dejada de Aruabarrena. Un golazo para rearmar al equipo vasco, de nuevo metido en el choque.
El Atlético, que terminó los últimos 20 minutos sin sus dos flamantes fichajes Mandzukic y Griezmann, ambos sustituidos en el segundo tiempo, y con Raúl Jiménez y Raúl García como referencias arriba, jugó al filo del empate y sin fútbol pero pudo salir adelante.
EFE
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