En el segundo amistoso entre Brasil y Argentina, los ´cariocas´ vencieron a la ´albiceleste´ demostrando ser más en cuanto a figuras de sus respectivos torneos locales.
Brasil ganó el "Superclásico de las Américas" a Argentina, su más enconado rival, por 2-0 con una notable actuación de dos de sus jóvenes figuras, Lucas y Neymar, en el partido de vuelta jugado en la ciudad amazónica de Belém.
En la primera parte Brasil mostró cierta movilidad entre líneas y Neymar enseñó sus credenciales, primero con un tiro lejano y después en un eslalon en velocidad con el que se plantó en el área, levantando de sus asientos a los 45.000 aficionados que abarrotaron el estadio de Belém.
En la mejor oportunidad hasta el descanso, Neymar perdió por centímetros un remate en el área chica, después de una buena combinación entre Lucas y Borges.
Al comenzar la segunda mitad, Brasil lanzó un contragolpe explosivo, de área a área, con tres pases al primer toque que dejaron a Lucas solo, con medio campo por delante para correr.
La joven joya del Sao Paulo superó en velocidad a su marcador y batió por bajo, con temple y un tiro cruzado, al portero Agustín Orión.
Aprovechando el desconcierto en las filas de la ‘Albiceleste’, Brasil se sintió cada vez más cómodo para crear, lo que quedó patente en las filigranas que intentaron, sin demasiado acierto, Ronaldinho y compañía, conforme avanzaba el reloj.
El lateral izquierdo Cortes, hoy debutante, se sintió tan seguro que cabalgó hasta la posición de media punta para lanzar a Diego Souza, quien cedió un certero pase de gol en el área pequeña a Neymar, que se adelantó al portero con un toque sutil.
Con el 2-0 el guión del partido se agotó y se encaminó al pitido final, después del que Ronaldinho, capitán brasileño, levantó el trofeo de campeón del "Superclásico", un sol bañado en oro de 17 kilos de peso.
EFE
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