Presidente del cuadro blanquiazul enfrenta denuncias penales por fraude administrativo, apropiación ilícita y contra la Fe Pública en agravio de Alianza Lima. Delitos pueden ser sancionados hasta con cuatro y seis años de cárcel.
Guillermo Alarcón vive su momento más duro. El presidente blanquiazul afronta una denuncia, interpuesta por los socios Oswaldo Carpio y Andrés Pujazón, donde se le sindica como autor del “Delito Contra el Patrimonio-Fraude en la Administración de Personas Jurídicas, bajo la modalidad de ‘Ocultamiento a los asociados de la situación de la persona jurídica’ y ‘Uso en Provecho Propio’, en agravio de Alianza y de sus socios”.
Según publica el portal de Perú21, Alarcón, junto al ex tesorero Carlos Gallardo y el actual tesorero Augusto Donayre Paiva, abrieron cuentas bancarias sin autorización de la asamblea general o el consejo directivo a título personal donde depositaron los ingresos del club. Incluyendo el dinero recibido por los pases de Jefferson Farfán y Cruzado y que fueron utilizados en beneficio propio de los involucrados.
A esto se suma la denuncia al directivo blanquiazul contra la la Fe Pública-Falsedad Ideológica, en agravio de Alianza Lima, el Estado a través de la Sunarp y de los socios Luis David Guzmán Barrón Sobrevilla, Augusto Salcedo Sánchez, Cronwell Palacios Bracamonte, Augusto Valdivia Alvarado, Roberto Carlos Vega Velarde y Ernesto Gamarra Carrasco. Quienes no estuvieron presentes en la Asamblea extraordinaria del 3 de noviembre del 2009 (Donde Alarcón destituyó a varios directivos) y fueron incluidos en la votación.
Según Peru21, Héctor Ordoñez, integrante del Consejo Directivo a solicitado a la junta Calificadora y de Disciplina de Alianza Lima, asegura además que la intención de Guillermo Alarcón tiene la intención de asumir la presidencia de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) al tener “comiendo de su mano a Manuel Burga”.
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