El equipo azulgrana se olvidó de las competencias y mostró su lado humano al solidarizarse con los pequeños que sufrieron tras el terremoto que azotó Japón.






A puertas de su debut en el Mundial de Clubes, el Barcelona con Lionel Messi a la cabeza llevó alegría a los niños afectados por la crisis nuclear que se generó tras el sismo que azotó Japón.