La celebración del nuevo título de Benfica no fue del todo alegre. Un padre de familia sufrió la agresión de los policías ante la atónita mirada de su pequeño hijo.
Una amarga celebración. Tras obtener su título 34 de la liga de Portugal, los hinchas de Benfica se embotellaron en un infierno de piedras y botellas con efectivos del orden. Las bengalas de rojo teñían las calles de Lisboa y solo confirmarían la batalla campal que se desataría.
Tras el empate a cero en casa ante Vitoria Guimaraes y del 1-1 de Porto ante Belenenses, se desató la locura para los hinchas de las ‘águilas’. Los fanáticos del cuadro rojo se dieron cita en la céntrica Plaza Marqués de Pombal, donde llegó el plantel con el entrenador, Jorge Jesús, para compartir con los hinchas.
Rápidamente se suscitaron los enfrentamientos con la policía, decenas de personas huían del lugar, a lo que el capitán del campeón, Luisao, tomó la palabra: “El Benfica no es esto, no es pelea. Es otra cosa”, señaló.
Uno de los hechos más lamentables, fue la agresión de la policía a un padre de familia que se encontraba con su hijo y el abuelo de este. Al final, el niño terminó en custodia de un efectivo que intentaba calmarlo.
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