El equipo de Manuel Pellegrini volvió a caer con su ´bestia negra´ y se despidió en los cuartos de final de esta competición.
El Wigan volvió a interponerse en el camino del Manchester City en la Copa de Inglaterra, y tal y como sucedió una temporada atrás, se impuso al conjunto del chileno Manuel Pellegrini, al que apeó de la competición antes de visitar al Barcelona en la Liga de Campeones.
Si la pasada edición el Wigan, entonces entrenado por el español Roberto Martínez, se impuso en la final, en esta ocasión privó a su rival de la revancha en el duelo de cuartos. Dirigido ahora por Uwe Rösler, aprovechó las reservas de su rival, que planteó el duelo con la mente puesta en el choque europeo.
De hecho, Manuel Pellegrini prescindió de la mitad de sus habituales. Joe Hart, Zabaleta, Kolarov, David Silva y Fernandinho se quedaron al margen de entrada. Después, el chileno, con la situación cuesta arriba, tuvo que rectificar.
El campeón, que ahora disputa la Championships (segunda categoría) se hizo fuerte en el Etihad. Especialmente cuando el partido se le puso a favor tras un error del argentino Martin Demichelis, que antes de la media hora cometió un penalti sobre el delantero francés Marc-Antoine Fortuné. El español Jordi Gómez no falló y adelantó a los visitantes.
La precipitación del City se estrelló ante el orden de su adversario. No aprovechó su acoso el conjunto de Pellegrini, que afeó su panorama cuando un disparo de James Perch supuso la culminación del pase de James McArthur al inicio de la segunda parte.
Pellegrini se la jugó. Movió el banco y realizó tres cambios del tirón. David Silva, James Milner y el bosnio Edin Dzeko saltaron al campo en lugar de Jesús Navas, Yaya Touré y Álvaro Negredo.
En el minuto 67 las esperanzas del City crecieron. Samir Nasri disparó desde fuera del área y batió a Scott Carson para acortar las diferencias.
El Manchester City se volcó sobre el área de su rival, que aprovechó cualquier situación para ejecutar un contraataque como el que dispuso Fortune en el tramo final para sentenciar el partido.
El conjunto de Pellegrini no fue capaz de dar la vuelta a la situación, tal y como le sucedió en octavos ante el Watford, y dijo adiós a la competición.
El Wigan, vigente campeón, será el rival del Arsenal en la búsqueda de la final de la Copa de Inglaterra.
EFE
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