El presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú (ABP), Andrés Choy, manifestó que, si bien han mantenido reuniones con la Policía Nacional y el Ministerio del Interior, perciben que no han logrado solucionar los ataques y extorsiones contra sus agremiados.
Andrés Choy, presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú (ABP), expresó su preocupación por la crisis de inseguridad que atraviesa el país y que envuelve a sus agremiados, quienes son constantemente víctimas de extorsiones.
“Hay mucho derramamiento de sangre, mucha angustia por la delincuencia”, señaló el dirigente en diálogo con el programa Nunca es tarde de RPP.
En ese sentido, mencionó que sus asociados han decidido colocar en sus negocios un pañuelo blanco que representa la paz que desean, así como un llamado al Gobierno “para que se comprometa en tomar las medidas y pacificar al país”.
Esto debido a que, si bien han tenido contacto con la Policía Nacional, el actual ministro del Interior y sus predecesores, perciben que no han logrado solucionar los ataques y extorsiones contra los bodegueros.
“Hemos tenido reuniones con el Ministerio del Interior y la Policía Nacional. Hubo más de cinco reuniones. Siempre hemos tenido la solidaridad de quien estuvo ocupando la cartera, pero vemos que todavía la situación no está llegando a una solución. Seguimos siendo extorsionados”, apuntó.
A ello agregó, que debería existir una mejor coordinación y trabajo articulado entre la Policía y demás órganos encargados de impartir justicia como la Fiscalía y el Poder Judicial, pues “nosotros hemos podido apreciar que en algunos casos han atrapado al delincuente y lo han soltado los fiscales”.
“Luego viene hacia nosotros y nos extorsiona con mayor fuerza […] Hay una pérdida de confianza [con las autoridades] porque no sabemos cómo [los delincuentes] se enteran cuando uno denuncia en la comisaría o virtualmente”, manifestó.
Indicó, además, que las bandas criminales han sectorizado la capital y de acuerdo con los distritos y zonas la modalidad de extorsión difiere así como el pago de cupos que puede ir desde los 50 hasta los 300 soles semanales, quincenales o a fin de mes.
“En una cuadra atentan contra un comercio y después los demás tenemos que pagar. Le tiran dos balazos o le dejan una granada y todo el mundo se asusta. Ese es el aliciente para pagar. No quieres que te pase lo que le sucede al vecino”, sostuvo.
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