Acuerdo político es única salida práctica a la crisis, y China mantiene una actitud positiva a cualquier plan que sea aceptable para las partes, señaló el Gobierno chino.
El Gobierno de China aseguró que "el diálogo político es la única salida" y urgió a Siria a que forme un gobierno de transición que represente tanto al régimen de Bachar al Asad como a la oposición, en respuesta al plan propuesto por el líder sirio para poner fin a 21 meses de sangriento conflicto.
El Gobierno y la oposición de Siria "han de resolver la cuestión basados en los principios establecidos en la Conferencia de Ginebra, formulando una "hoja de ruta" mediante consultas y formando un cuerpo de gobierno provisional que represente a ambos", señaló hoy en rueda de prensa el portavoz de Asuntos Exteriores Hong Lei.
La fuente oficial subrayó, como reacción al discurso pronunciado el domingo por Al Asad (el primero que el líder sirio pronuncia en seis meses) que tanto el Gobierno como la oposición del país árabe "deben considerar los intereses a largo plazo de su pueblo, declarando inmediatamente el alto el fuego y poniendo fin a la violencia".
"Un acuerdo político es la única salida práctica a la crisis siria, y China mantiene una actitud positiva y abierta a cualquier plan de resolución que sea aceptable por todas las partes", concluyó Hong.
Al Asad pronunció el domingo en Damasco un discurso en el que prometió seguir su "guerra contra el terrorismo" y lanzó una nueva propuesta política de tres fases para poner fin a casi dos años de conflicto que según la ONU ha costado más de 60.000 vidas.
Plan de Bachar al Asad
El plan de tres fases de Asad exige el cese del suministro de armas y el apoyo financiero a los "terroristas" para que el Ejército sirio detenga sus operaciones y permita el regreso de los desplazados.
Al Asad se refirió también el acuerdo de Ginebra, alcanzado en junio pasado por los representantes de la comunidad internacional, aunque criticó su ambigüedad acerca de la transición que debe tener lugar en el país.
China, miembro permanente y con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, bloqueó en 2012 en tres ocasiones junto a Rusia resoluciones de la ONU contra el régimen de Al Asad, por considerar que podrían abrir la puerta a sanciones o intervenciones militares.
En cambio, ha manifestado su apoyo a la labor mediadora de la ONU y la Liga Árabe, tanto con el actual negociador de los dos organismos para ese conflicto, Lajdar Brahimi, como con su antecesor, Kofi Annan.
Responsables del Gobierno chino se reunieron en agosto del pasado año con una enviada especial del Gobierno sirio y, un mes después, con una delegación de un grupo de la oposición.
EFE
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