En la temporada pasada se mataron y capturaron 937 delfines, y la Agencia de Pesca nipona ha autorizado este año una cuota de hasta 1.873 ejemplares.
Los pescadores de la localidad nipona de Taiji iniciaron este jueves la temporada 2015-2016 de caza de delfines bajo la atenta mirada de activistas internacionales que acudieron al lugar para protestar y pedir el cese de esta controvertida práctica.
Doce barcos pesqueros de la cooperativa de esta localidad de Wakayama (oeste de Japón) salieron del puerto a primera hora de la mañana y regresaron sin presas durante la primera jornada de caza, informó la agencia japonesa Kyodo.
En la temporada pasada se mataron y capturaron 937 delfines, y la Agencia de Pesca nipona ha autorizado este año una cuota de hasta 1.873 ejemplares.
Taiji está considerada la cuna de la pesca de cetáceos en Japón, y desde hace décadas practica la captura de delfines.
Cada año, la campaña de pesca es supervisada por la policía costera local para evitar conflictos entre los pescadores y los activistas.
Los delfines y pequeños cetáceos se pescan en Taiji mediante un método tradicional inventado en este pueblo por el cual varias embarcaciones crean un muro de sonido que empuja a los ejemplares a la bahía en la que son seleccionados y luego arponeados.
Esta práctica ganó notoriedad a nivel internacional al ser retratada en el film estadounidense "The Cove", ganador en 2009 del Óscar a mejor documental, y desde entonces se han intensificado las críticas por su crueldad.
Entre los 15 activistas presentes se encontraba el entrenador de delfines americano Ric O'Barry, que aparecía en la oscarizada película, y que fue detenido y posteriormente puesto en libertad el lunes por no llevar el pasaporte encima.
La mayoría de los cetáceos de Taijin son destinados al consumo humano, principalmente en el mercado nipón, mientras que una pequeña parte son capturados vivos y vendidos a zoos y acuarios de todo el mundo, según la ONG de protección medioambiental Sea Shepherd, observadora de la pesca de delfines en el país asiático.
La Asociación Japonesa de Zoos y Acuarios (JAZA) decidió en mayo prohibir a sus miembros comprar cetáceos capturados en la localidad japonesa, a raíz de que la agrupación mundial de este tipo de instalaciones (WAZA) amenazara con expulsar a la entidad nipona si seguía permitiendo estas adquisiciones.
EFE
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