Imágenes de televisión muestran una veintena de casas calcinadas, siete de ellas alcanzadas por impactos directos a causa del ataque, que causó la muerte de dos soldados.
Cientos de residentes de la isla surcoreana de Yeonpyeong, alcanzada este martes por unos 80 obuses norcoreanos, esperan hoy en refugios a que se normalice la situación, mientras los bomberos intentan sofocar varios incendios.
Según la oficina de control de desastres de la ciudad de Incheon, a cuyo ayuntamiento pertenece la isla, el 70 por ciento de los bosques y campos de Yeonpyeong han quedado destruidos por el fuego.
Las imágenes de las televisiones locales muestran hoy una veintena de casas calcinadas, siete de ellas alcanzadas por impactos directos a causa del ataque, que causó la muerte de dos soldados y heridas a una veintena de personas, de ellos tres civiles.
Las autoridades surcoreanas han prohibido a los medios de comunicación el acceso a la isla después de que ayer militares norcoreanos lanzasen 170 proyectiles de artillería hacia su costa, de los que unos 80 impactaron en su territorio, situado a apenas trece kilómetros de Corea del Norte.
Según la agencia surcoreana Yonhap, de los más 1.700 habitantes civiles de Yeonpyeong aún permanecen en la isla 1.300, mientras unos 400 fueron evacuados ayer al puerto de Incheon, a unos 80 kilómetros de distancia.
De los que se han quedado, unos 700 ancianos y niños están todavía refugiados en búnkers de hormigón ante el temor a nuevos ataques sobre la isla, en la que habitan civiles que viven de la pesca y el turismo, mientras que los militares disponen de varios acuartelamientos de forma permanente.
El Ejército ha enviado comida y agua para los residentes y se afana en recuperar las infraestructuras dañadas, mientras el Gobierno ha prometido ayudas económicas a los afectados.
El alcalde de Incheon, Song Young-gil, visitó hoy la isla para observar los efectos de los obuses y aseguró que los residentes aún se sienten inseguros.
Las imágenes recogidas ayer por las cámaras de seguridad de la isla muestran cómo los proyectiles norcoreanos impactaron también en zonas civiles.
Algunos medios, como el diario surcoreano Joongang Ilbo, detallan cómo fue evacuada la escuela de primaria de la isla, con 120 estudiantes, cuando comenzaron a caer los obuses que causaron la rotura de ventanas y un gran apagón en toda la localidad.
Yeonpyeong se compone de dos islas contiguas (Daeyeonpyeong, la más grande y afectada por los obuses, y Soyeonpyeong) y ya había sido testigo de batallas navales cercanas, pero nunca de un ataque directo sobre su territorio.
De acuerdo con las estadísticas disponibles hasta 2009, en Yeonpyeong residen 1.780 personas y hay 932 casas, aunque en el momento del ataque se calcula que unos centenares de militares estaban también en la zona por la cercanía de Corea del Norte.
EFE
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