José Astuhuamán Estacio dijo estar arrepentido por el terrible hecho y que desearía dar su vida por la niña de tres años, a quien disparó durante un asalto en la Vía Expresa.
"Yo sé que no me van a disculpar porque tienen derecho, tienen toda la razón, no merezco perdón", admitió José Astuhuamán Estacio quien confesó haber disparado contra Romina Cornejo, de tres años, durante un asalto ocurrido el domingo último en la Vía Expresa de Lima.
"Ya me arruiné la vida, la vida de mi familia y la vida de esa bebita", manifestó el delincuente entre lágrimas al noticiero "90 segundos".
Asimismo, señaló encontrarse arrepentido por el trágico hecho e incluso dijo que desearía dar su vida por la menor. Astuhuamán manifestó que nunca tuvo la intención de disparar contra Cornejo, pero cuando cometía su fechoría escuchó unos disparos que hicieron que se le escape la bala contra la menor.
"Comenzaron a disparar y con la tensión bueno apreté el gatillo, no fue mi intención dispararle, es una criatura una bebé, no fue mi intención", añadió.
El delincuente indicó que tras herir a la niña y robar el dinero, fugó junto con el resto de la banda con destino al distrito de Barranco, donde todos se separaron.
Astuhuamán detalló que luego del asalto, tomó un colectivo hacia la avenida Tacna y bajó en el puente Santa Rosa, donde arrojó su arma a las aguas del río Rímac.
Finalmente, contó que preso del remordimiento llegó a la iglesia Santo Domingo, donde pidió perdón por el terrible acto que cometió.
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