El ingreso prematuro al trabajo es una de las más graves causas y consecuencias de la pobreza.
El trabajo infantil genera pérdida de oportunidades para los niños, niñas y adolescentes, representa una violación a sus derechos, afecta su salud, seguridad, desarrollo físico, educativo y psicosocial, debilita la demanda y oferta de trabajo decente y afecta el desarrollo social y económico del país.
“Debemos continuar la lucha frente al trabajo infantil, se ha reducido la tolerancia y muchos niños y adolescentes han dejado de trabajar para solo dedicarse a estudiar. Es un esfuerzo que debe continuar”, dijo Elena Pila, Gerente de Programas Sociales para la infancia y juventud de Fundación Telefónica.
Niños trabajadores y el impacto en la escuela:
• El trabajo infantil influye en la culminación oportuna de los estudios escolares; así, los niños que trabajan acumulan en promedio 3 años de retraso escolar en comparación con los niños que no trabajan. El atraso escolar o extra-edad tiene principalmente tres fuentes: ingreso tardío, abandono temporal y repetición de año.
• El ingreso promedio de una persona que sólo tiene educación primaria asciende a 531 soles, mientras que el de una persona con educación secundaria es de 850 soles.
• Si bien en el Perú la pobreza se ha reducido sistemáticamente en los últimos años, el trabajo infantil ofrece únicamente una reducción mínima de 2.5 puntos porcentuales, de 25.9 en el 2005 a 23.4 en el 2011.
“Los niños que en su mayoría trabajan son pobres, pero este problema no se va a solucionar porque ellos trabajan, debemos ayudarlos a encontrar otras alternativas. Hay momentos en la niñez donde ellos deben recibir estímulos necesarios que los ayudarán a enfrentar la vida y esto se da cuando ellos estudian. La niñez no puede esperar”, agregó Pilar, quien además dio a conocer la labor que realiza Fundación Telefónica en nuestro país.
Conocer para transformar: Desde hace 12 años, Fundación Telefónica realiza una intervención integral con el objetivo de mejorar el entorno familiar, educativo y social del niño para retirarlo progresivamente del trabajo e incorporarlo a la escuela. Por ello se preocupa por:
• El retiro del trabajo infantil, a través de la protección de niñas, niños y adolescentes, cubriendo las necesidades básicas, fomentando el uso alternativo del tiempo libre y transformando los patrones culturales, para así desarrollar condiciones adecuadas en su entorno para que el retiro sea sostenible.
• Generar oportunidades para desarrollar un proyecto de vida. Para ello, se incide en la calidad educativa potenciando la innovación y el trabajo inclusivo en la escuela mediante el acceso y la promoción de las nuevas tecnologías y el trabajo colaborativo en red de los actores involucrados.
“Es necesario trabajar de manera conjunta con una misma visión, los niños, niñas y adolescentes tienen que ser educados para tener un mejor futuro. Su trabajo es estudiar”, puntualizó.
Comparte esta noticia