Según la Ley de Municipalidades, son los municipios provinciales los que deben elaborar sus planes de desarrollo urbano. Sin embargo, según expertos, el plan vigente para Lima ya ha perdido vigencia.
El último Censo Nacional del 2017 reveló que en el país existen más de 10 millones de viviendas particulares. Es decir, dos millones y medio más que las registradas en el censo del 2007. Así, el crecimiento urbano en el país es evidente.
Lima concentra la mayor cantidad de la población nacional con más de 9 millones de habitantes. La capital refleja el crecimiento urbano desordenado de los últimos años: viviendas precarias en cerros, arenales, riberas de los ríos o en zonas expuestas a peligros naturales.
Todo esto pone en evidencia la falta de un plan de desarrollo urbano.
Arturo Yep, decano del Colegio de Arquitectos, dijo que, de acuerdo con la Ley de Municipalidades, son los municipios provinciales los que deben elaborar sus planes de desarrollo en la urbe. Además, indica que el plan vigente en Lima es obsoleto.
“El crecimiento de la ciudad de Lima no se está enfocando sobre la base de un plan de desarrollo urbano actualizado, estructurado, coherente y sostenible. Los planes de desarrollo urbano deben tener una vigencia, un periodo legal de 10 años, pero cada cinco años debe actualizarse”, manifestó Yep.
Los invasores vs. la planificación
La informalidad es uno de los grandes problemas con los que el crecimiento convive no solo en Lima, sino en otras regiones del país. Según el arquitecto urbanistas, Miguel Romero, han sido los invasores o traficantes de tierras los que han “diseñado” la ciudad. "El 40% de la delincuencia en el Perú es por el tráfico de tierras, por las invasiones", manifestó Romero.
Otro problema evidente son las autoconstrucciones. Es decir, edificaciones que se han ejecutado sin seguir las normas técnicas de construcción y que podrían derrumbarse ante un eventual desastre.
“El aspecto de la no ingeniería en las construcciones informales son la falta de columnas de amarre, como la utilización de albañilería, de ladrillos tipo pandereta en primeros, segundos y hasta en terceros pisos”, dijo el rector de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Jorge Alva.
El ingeniero señaló que la responsabilidad de este desorden en la construcción urbana es compartida entre los gobiernos locales, que no son lo suficientemente enérgicos para hacer cumplir la norma, y la población.
Los expertos coinciden en que los nuevos alcaldes tendrán la oportunidad de remediar esta situación, con planes de desarrollo urbano actualizados y coherentes a la realidad de nuestro país que permitan rediseñar y planificar mejor las ciudades.
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