Huellas de Akira Ichinose quedaron en plástico que fabricó y que delincuentes tocaron para extraer dinero de caja registradora. Tras comprobarse su inocencia Polícia lo indemnizará con US$ 20,000.
Un peruano radicado en Japón fue encarcelado 12 días en ese país por un robo que no había cometido, motivo por el cual -luego de comprobar su inocencia- las autoridades japonesas tuvieron que pedirle disculpas y anunciarle que le pagarán una indemnización de 20 mil dólares.
Akira Ichinose, es el nombre del compatriota de origen japonés que trabaja actualmente en una fábrica de Numazu ubicado 4 horas de Tokio.
Tras contraer matrimonio con una japonesa y tener dos hijos, Ichinose se fue a vivir con su familia a la casa de una de sus hermanas que también radicaba en Numazu, cuando de pronto agentes policiales tocaron a la puerta y le dijeron que estaba arrestado por haber cometido un robo en un lugar que ni siquiera conocía.
“Me muestran un papel. Detención por robo. ¿Por robo, en dónde?, les pregunto. En Ibaraki-Ken, me responden. ¿En Ibaraki-Ken? ¿Pero si yo nunca he ido ahí?”, contó al programa ‘Punto Final’.
Akira cuenta que cuando lo llevaron, las oficiales policiales lo sometieron a una fuerte presión psicológica para que mencione los nombres de sus supuestos cómplices.
“Me dijeron que yo había robado un bar. Les pregunté cuándo había sido el robo y me dijeron que el 29 de setiembre, entonces les dije que ese día estaba trabajando y me respondieron que sabían que después del trabajo me habían llevado en un auto hasta Ibaraki-Ken, robé y regresé esa misma noche”, señaló.
Luego de 12 días en una estrecha celda de donde solo podía salir algunas veces a un pequeño cuarto en el que entraba la luz, la Policía le dijo que se habían encontrado sus huellas digitales en el plástico que guardaba las monedas de la caja registradora.
Dicho material –afirma el peruano- lo había fabricado en un anterior trabajo y sus huellas quedaron impregnadas en él durante todo ese tiempo.
“El plástico de la caja llevaba mis huellas y yo había hecho ese plástico en una fabrica. Me mostró la foto y me acorde, le dije "yo he hecho esta pieza"”, dijo.
Luego de soltarlo la Policía japonesa le pidió disculpas y se comprometió en pagarle una indemnización de 20 mil dólares por el daño causado.
Ichinose ahora piensa pagar al abogado que lo defendió con el dinero que le darán y con el resto (unos 13 mil dólares) adquirirá un pequeño terreno en donde construirá luego una casa.
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