El máximo cabecilla de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alías "Timochenko", envió una carta en la que señala que para evitar más muertes se debe apostar por la reconciliación.
El máximo cabecilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, aseguró hoy que "vale la pena apostar" a la paz en su país, y reiteró el compromiso de esa guerrilla para acabar con la práctica del secuestro.
"Para que otros militares y policías (no) sigan muriendo, sigan siendo heridos, o sigan cayendo prisioneros (...) creemos que vale la pena intentar romper ese círculo maldito y apostarle más bien a la reconciliación y la paz", señaló el jefe rebelde.
"Timoleón Jiménez" o "Timochenko", así lo expresó en una carta enviada a Marleny Orjuela, líder de la Asociación Colombiana de Familiares y Miembros de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por Grupos Guerrilleros (Asfamipaz), divulgada hoy.
Orjuela fue elegida por la principal guerrilla colombiana para que gestione la logística de las liberaciones de los últimos diez soldados y policías rehenes de las FARC.
En el mensaje el jefe de las FARC, y que reemplazó a "Alfonso Cano" o Guillermo León Sáenz Vargas, muerto en enfrentamiento con la fuerza pública en noviembre pasado, señaló también que esa guerrilla no tiene los centenares de secuestrados que las autoridades colombianas han informado.
Y denunció: "cuando públicamente asumimos el compromiso de no realizar retenciones con fines financieros, culminamos un proceso interno promovido por el camarada "Alfonso Cano", encaminado a poner fin definitivamente a esa práctica, los mismos predicadores de la guerra salen a descalificar ahora con rebuscados pretextos".
Considera igualmente que "no deberían morir militares ni policías (...) ni guerrilleros. Quizás fuera mejor que no existieran ni los unos ni los otros. Que no tuviéramos que hablar de prisioneros de ambos bandos", anota en otra parte el jefe de las FARC.
El pasado 26 de febrero, y a través de un comunicado divulgado en su página web, las FARC se comprometieron a acabar con el secuestro como fuente de financiación y arma de guerra, y amplió de seis a diez la cifra de policías y militares secuestrados que se compromete a liberar y que son los últimos uniformados que tiene en su poder.
Los cautivos son los militares Luis Alfonso Beltrán Franco, Luis Arturo Arcia, Robinson Salcedo Guarín y Luis Alfredo Moreno Chagüeza; así como los policías Carlos José Duarte, César Augusto Lasso Monsalve, Jorge Trujillo Solarte, Jorge Humberto Romero, José Libardo Forero y Wilson Rojas Medina.
EFE
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