El narcotráfico comienza a ser controlado por la polícia militar de Brasil en algunas de las favelas más peligrosas que se encuentran a 30 kilómetros del centro de Río de Janeiro.
Por primera vez el Batallón de Policía Militar de Duque de Caxias, comandada por Ranulfo Brandao, ingresa a una de las favelas más peligrosas de Río de Janeiro, Mangueirinha, así como otras tres favelas vecinas llamadas Sapo, Santuario y Corte 8.
Con un total de 180 policías patrullando las calles de día y noche se han podido arrestar 25 sospechosos hasta el momento.
La policía militar inspecciona y se instala en su nueva base, una casa en escombros en la cima de un morro que hasta hace unos días era una de las guaridas en donde los narcotraficantes practicaban tiro y ejecutaban a sus víctimas.
Estos lugares eran el refugio de decenas de narcotraficantes que salieron huyendo de las favelas controladas por la policía militar en el 2008, en la zona sur de Río de Janeiro. Además de encontrar delincuentes comunes y corrientes entre las calles.
El Comando Rojo fundada en 1979 por Candido Mendes es una de las organizaciones más peligrosas de Brasil, se dedicada principalmente al narcotráfico y también es una de las organizaciones instaladas en estas favelas.
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