En el también llamado Domingo de Resurrección, cientos de filipinos colmaron la bahía de Manila para combatir el calor pese a las advertencias.
El Domingo de Resurrección se vive de manera muy peculiar en Filipinas. Los fieles para combatir el calor se lanzan a la bahía de Manila.
Decenas de personas cumplen con esta práctica que poco a poco gana más adeptos en la capital del país. Sin embargo, las autoridades alertan cada año sobre los riesgos que corren las personas por tratarse de una bahía contaminada.
Pese a todo, los pobladores hacen caso omiso y asumen el riesgo de contraer alguna enfermedad.
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