Nilüfer Demir comenta que se le "heló la sangre" cuando vio su cuerpo y el de su hermano en la orilla. La desgarradora imagen ha dado la vuelta al mundo.
Nilüfer Demir es la fotógrafa turca que captó con su cámara al niño sirio Aylan Kurdi, quien murió ahogado junto a parte de su familia en el Mar Mediterráneo por huir de la guerra que azota su país.
La periodista comenta que se le “heló la sangre” cuando se percató de la presencia de los cadáveres del niño de 3 años y de su hermano. También había otros infantes cuyos cuerpos yacían en la orilla de una playa de Turquía. Todos ellos querían llegar en una balsa a la isla griega de Kos, pero perecieron en el intento.
Ante las críticas por lo crudo de la imagen, Demir sostiene que desde hace mucho tiempo fotografía ese tipo de imágenes que grafican la crueldad de la guerra, pero la mayoría no se percata de ello.
Es por ello que siente que ha podido llamar la atención de la sociedad internacional; “hemos tenido éxito”, dice y agrega: “He fotografiado los cadáveres que llegan a la playa, donde los encontramos. Están viviendo esto (clima de violencia en Siria) desde hace mucho tiempo. Espero que algo cambie después de lo de hoy".
"Ya no podía hacer nada por ellos", asegura Demir, no podía oír gritos y la inercia de sus cuerpos le dio la impresión de que ya habían fallecido, por lo que solo atinó a hacer su trabajo, al fotografiarlos.
"Antes de apretar el botón, sentí un gran dolor y tristeza. Después, que teníamos que mostrar su drama. Mi trabajo es sacar buenas fotos y hacerlo lo mejor que pueda", concluyó.
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