El atentado fue reivindicado horas después por la milicia islámica Al Shabab como represalia a las operaciones antiterroristas desarrolladas por la Policía keniana en las mezquitas.
Un supuesto comando del grupo terrorista somalí Al Shabab interceptó un autobús en el noroeste de Kenia y ejecutó de un disparo a 28 de sus 60 pasajeros después de identificarlos como no musulmanes.
El ataque, que ocurre después de una semana de tensión por la redada policial contra cuatro mezquitas en la costa sur, ocurrió sobre las 5.00 hora local (2.00 GMT) a unos treinta kilómetros de Mandera, población fronteriza con Somalia.
Un numeroso grupo de hombres armados detuvo un autobús con 60 pasajeros que viajaba hacia Nairobi y lo desvió de la carretera principal, haciendo bajar a sus ocupantes.
Los terroristas los obligaron a recitar versículos del Corán para tratar de identificar a los musulmanes, algo que ya hizo Al Shabab para seleccionar a sus víctimas durante el ataque a un centro comercial de Nairobi en septiembre del pasado año.
Los que no profesaban su religión o no pudieron demostrarlo fueron ejecutados de un disparo en la cabeza.
El atentado fue reivindicado horas después por la milicia islámica como represalia a las operaciones antiterroristas desarrolladas por la Policía keniana en las mezquitas.
"Es una venganza por los crímenes cometidos contra nuestros hermanos musulmanes en Mombasa", señala un comunicado firmado por uno de sus líderes militares.
El texto reitera su amenaza de nuevos atentados: "No tendrá seguridad hasta que cesen sus hostilidades contra los musulmanes; la elección está en sus manos".
El Gobierno keniano reaccionó con unas breves declaraciones del ministro del Interior, Joseph Ole Lenku, a los medios de comunicación en las que no nombró a Al Shabab.
"Nuestras condolencias a quienes han perdido a amigos y familiares. Algunos líderes están incitando a los ciudadanos contra determinadas religiones, pero aclaro que esto es obra de una banda criminal", dijo el máximo responsable de la seguridad keniana.
Minutos después de estas declaraciones, el Ministerio del Interior, a través de su cuenta oficial de Twitter, informó de una "acción ofensiva" contra "la banda criminal que mató a 28 kenianos".
A continuación aseguró que "el campamento de los atacantes" había sido destruido por aviones y helicópteros del Ejército, en una operación que causó "muchos muertos" y de la que no se ha ofrecido más información hasta el momento.
EFE
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