Lejos de lo habitual, las firmas Agatha Ruiz, Maaji y Leonissa dieron rienda suelta al libre albedrío de sus modelos, que jugaron, bailaron, rieron y coquetearon con prensa y público.
Se suponía que Colombiamoda iba a mostrar hoy su faceta más íntima con la entrada en escena de la moda de baño y ropa interior, pero nada más lejos de la realidad, pues Agatha Ruiz de la Prada, Maaji y Leonissa, en sendas propuestas, dejaron que la diversión se desbocara en la pasarela de Medellín.
Lejos de la ritualidad habitual de los desfiles, las tres firmas de diseño dieron rienda suelta al libre albedrío de sus modelos, que jugaron entre ellas, bailaron, rieron y coquetearon con prensa y público, además de incorporar toda clase de objetos que añadieron un plus de originalidad y sensualidad a cada presentación.
Una pasarela que además se completó con el desfile conmemorativo del centenario del diario El Tiempo, y en el que jóvenes diseñadores rindieron un homenaje al paso de la moda a través del siglo.
En el primer desfile del día, Agatha Ruiz de la Prada ya situó la cota de exigencia bien alta, siempre en su línea, vistiendo el verano de fiesta con diseños para baño juveniles, alegres y optimistas y con el habitual derroche de color de la diseñadora española.
Biquinis y trikinis compusieron una colección desarrollada por la marca colombiana Maaji Swimwear, en una fiesta del color y la diversión. Nubes, estrellas, corazones y flores, estandartes de la marca, aparecieron en "prints", accesorios y detalles de estilismo.
Destacaron los pantys de dos niveles de tablas que simulaban minifaldas y los tops asimétricos con detalles estampados o incluso botones bordados a lo largo de la pieza, así como los famosos logos de Agatha, pero más psicodélicos que nunca.
La misma marca Maaji, momentos antes, había presentado su colección propia, en un desfile que derrochó sensualidad y originalidad en los trajes de baño que lucían unas modelos ataviadas con translúcidos y blancos velos y blusas, como si se dirigieran al altar, portando también enormes letras del nombre de la firma o marcos de cuadro vacíos, de las que ellas eran el retrato pintado.
Los colores serenos no impidieron que el juego de texturas y estampados atrevidos rompieran reglas en materia cromática y en figuras geométricas, jugando con nuevas combinaciones para mostrar a una mujer abierta al mundo, interesada en explorar nuevas culturas.
"Es una propuesta de una mujer superheroína, todo inspirada en un entorno blanco, donde ella y el color son los que destacan", explicó Manuela Sierra, diseñadora de Maaji junto a su hermana Amalia.
Pero el cénit llegó con las propuestas de Leonissa para moda íntima, una explosión de colores vivos y llamativos con coquetos detalles como cintas, moños y brillantes, para poder combinar esas piezas con la ropa exterior.
"La generación de las siempre conectadas" fue la inspiración de esta colección de la marca TQM de Leonissa, destinada a aquellas chicas de entre 15 y 25 años que se mueven con fluidez en todas las plataformas de comunicación y con contacto total y continuo con sus amigos a través de las redes sociales de Internet.
"Son chicas que se atreven a mezclar colores vivos y brillantes, combinados con detalles y estampados, una gama muy viva", explicó Sofía Muñoz, una de las diseñadoras de la firma.
Y viveza no les faltó a todos las modelos que, contagiadas de la diversión juvenil de la propuesta, desfilaron entre bailes, fotografiando al público con sus móviles, jugando y divirtiéndose, en ocasiones más coquetas, otras más románticas y casi siempre con descaro, con actitudes a juego con sus piezas, para acabar el desfile cantando a coro entre la ovación de un público entregado.
Una jornada que dio también la oportunidad a jóvenes promesas de exhibir sus ideas, como en el caso de Leonissa, que permitió a cinco jóvenes, escogidas por Internet, diseñar unos modelos que fueron exhibidos al inicio, así como la pasarela 100 años de El Tiempo, donde se presentaron once jóvenes promesas del diseño colombiano.
Desde 1910 al nuevo siglo recién iniciado, los maniquíes lucieron prendas de distintas épocas de la moda, reinterpretadas por los jóvenes diseñadores y acompañadas de imágenes históricas, para recordar que hay modas que, a pesar de la caída de las hojas del calendario, siguen estando más vivas y vigentes que nunca.
EFE
Lejos de la ritualidad habitual de los desfiles, las tres firmas de diseño dieron rienda suelta al libre albedrío de sus modelos, que jugaron entre ellas, bailaron, rieron y coquetearon con prensa y público, además de incorporar toda clase de objetos que añadieron un plus de originalidad y sensualidad a cada presentación.
Una pasarela que además se completó con el desfile conmemorativo del centenario del diario El Tiempo, y en el que jóvenes diseñadores rindieron un homenaje al paso de la moda a través del siglo.
En el primer desfile del día, Agatha Ruiz de la Prada ya situó la cota de exigencia bien alta, siempre en su línea, vistiendo el verano de fiesta con diseños para baño juveniles, alegres y optimistas y con el habitual derroche de color de la diseñadora española.
Biquinis y trikinis compusieron una colección desarrollada por la marca colombiana Maaji Swimwear, en una fiesta del color y la diversión. Nubes, estrellas, corazones y flores, estandartes de la marca, aparecieron en "prints", accesorios y detalles de estilismo.
Destacaron los pantys de dos niveles de tablas que simulaban minifaldas y los tops asimétricos con detalles estampados o incluso botones bordados a lo largo de la pieza, así como los famosos logos de Agatha, pero más psicodélicos que nunca.
La misma marca Maaji, momentos antes, había presentado su colección propia, en un desfile que derrochó sensualidad y originalidad en los trajes de baño que lucían unas modelos ataviadas con translúcidos y blancos velos y blusas, como si se dirigieran al altar, portando también enormes letras del nombre de la firma o marcos de cuadro vacíos, de las que ellas eran el retrato pintado.
Los colores serenos no impidieron que el juego de texturas y estampados atrevidos rompieran reglas en materia cromática y en figuras geométricas, jugando con nuevas combinaciones para mostrar a una mujer abierta al mundo, interesada en explorar nuevas culturas.
"Es una propuesta de una mujer superheroína, todo inspirada en un entorno blanco, donde ella y el color son los que destacan", explicó Manuela Sierra, diseñadora de Maaji junto a su hermana Amalia.
Pero el cénit llegó con las propuestas de Leonissa para moda íntima, una explosión de colores vivos y llamativos con coquetos detalles como cintas, moños y brillantes, para poder combinar esas piezas con la ropa exterior.
"La generación de las siempre conectadas" fue la inspiración de esta colección de la marca TQM de Leonissa, destinada a aquellas chicas de entre 15 y 25 años que se mueven con fluidez en todas las plataformas de comunicación y con contacto total y continuo con sus amigos a través de las redes sociales de Internet.
"Son chicas que se atreven a mezclar colores vivos y brillantes, combinados con detalles y estampados, una gama muy viva", explicó Sofía Muñoz, una de las diseñadoras de la firma.
Y viveza no les faltó a todos las modelos que, contagiadas de la diversión juvenil de la propuesta, desfilaron entre bailes, fotografiando al público con sus móviles, jugando y divirtiéndose, en ocasiones más coquetas, otras más románticas y casi siempre con descaro, con actitudes a juego con sus piezas, para acabar el desfile cantando a coro entre la ovación de un público entregado.
Una jornada que dio también la oportunidad a jóvenes promesas de exhibir sus ideas, como en el caso de Leonissa, que permitió a cinco jóvenes, escogidas por Internet, diseñar unos modelos que fueron exhibidos al inicio, así como la pasarela 100 años de El Tiempo, donde se presentaron once jóvenes promesas del diseño colombiano.
Desde 1910 al nuevo siglo recién iniciado, los maniquíes lucieron prendas de distintas épocas de la moda, reinterpretadas por los jóvenes diseñadores y acompañadas de imágenes históricas, para recordar que hay modas que, a pesar de la caída de las hojas del calendario, siguen estando más vivas y vigentes que nunca.
EFE
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