En el populoso barrio de Ciudad de México se realizará la escenificación de la pasión y muerte de Jesucristo, un evento que busca el reconocimiento ante la Unesco por su valor sociocultural.
El populoso barrio de Iztapalapa de Ciudad de México espera acoger a cerca de 2 millones de personas que quieren atestiguar la 170 escenificación de la pasión y muerte de Jesucristo, un evento religioso que busca el reconocimiento ante la Unesco por su valor sociocultural.
Esta representación, una de las mayores y más antiguas celebraciones de la Semana Santa en México, relata la historia de los últimos días de Jesucristo y este año participan 4.650 actores locales (150 principales y 4.500 extras), explicó a Efe el presidente del comité organizador de la Semana Santa de Iztapalapa, Gerardo Granados.
El pasado año esta pasión viviente de Iztapalapa fue declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México y, contó Granados, ahora las autoridades locales e historiadores se están preparando para entregar formalmente la solicitud y requisitos que pide la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para que se le reconozca mundialmente.
La Semana Santa local comienza a prepararse en enero, con la selección de los candidatos para encarnar a los distintos personajes. Hasta hace unos años, los papeles principales se heredaban.
El Cristo de Iztapalapa será representado por Jesús Flores Domínguez, un joven mecánico que intentó durante tres años ganar el papel principal y que ahora se lo dedica a su padre, que recientemente falleció, detalló Granados vía telefónica.
Aunque la primera salida se hizo la semana pasada en el Domingo de Ramos, con una misa y la representación de la entrada de Cristo a Jerusalén, será a partir de esta noche cuando arrancarán las actividades más fuertes, con la representación de los pasajes bíblicos de la Última Cena, la Traición de Judas y la Aprehensión del Hijo de Dios, y este Viernes Santo se consumará la pasión de Cristo.
Por su parte, las autoridades locales encargadas de la seguridad dijeron a Efe que ya se encuentran listas para atender a tan elevado número de turistas y visitantes con equipos y cuerpo médico, de protección civil y seguridad.
De acuerdo con los portavoces de la demarcación, en este evento participarán 10.000 policías de Ciudad de México, que además este año estarán apoyados por helicópteros no tripulados para vigilar la zona.
La tradición surgió hace 170 años, cuando los pobladores de Iztapalapa, que entonces no era barrio sino un pueblo vecino de la capital, decidieron celebrar la pasión y muerte de Jesucristo, a la que denominaron "El Señor de la Cuevita", en un acto de fe para que Dios pusiera fin a una epidemia de cólera.
EFE
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