El colorido de Francesc, en su segunda temporada sobre la pasarela neoyorquina, es el de ese mundo postindustrial, el de los óxidos y los marrones matizados con cobre.
La pasarela neoyorquina vio hoy desfilar a algunos de los diseñadores más emblemáticos de la moda de Estados Unidos (New York Fashion Week) como Elie Tahari, Vera Wang y Badgley Mischka, al igual que al español Toni Francesc, al cubano Narciso Rodríguez y al francés Max Azria.
El acento español de esta jornada lo puso el catalán Toni Francesc con su propuesta "Artificial Life", que él mismo, en declaraciones a Efe, definió como "una metáfora entre hombre y máquina" con la intención de trasladarla a formas y contenidos.
El colorido de Francesc, en su segunda temporada sobre la pasarela neoyorquina, es el de ese mundo postindustrial, el de los óxidos, los marrones matizados con el cobre o la tierra, azules cobaltos, grises verdosos y negros, en tejidos cálidos y técnicos.
El diseñador explicó que trabajó "mucho los óxidos" y utilizó "tejidos acabados con ácidos y bases, para sacarles el color que tenían ocultos", y en otras prendas se decantó por acabados tecnológicos y tejidos impermeabilizados.
"Hemos sacado del algodón, la seda y la viscosa, los colores que tenían ocultos", dijo Francesc en referencia a un proceso que da lugar a una elegante paleta de colores muy matizados e invernales.
Toni Francesc ha dedicado tiempo a los volúmenes de sus prendas, en especial los superiores, a los que ha dado forma de alerones y que en ocasiones ha llevado a la cadera, pero "siempre con cinturas muy limpias, para dar la sensación de alargamiento de la imagen".
La mujer estilizada y futurista del diseñador español vestirá el próximo invierno desde pantalones hiperanchos y de grandes volúmenes a los que se adaptan, tipo "leggings", como una segunda piel.
EFE
El acento español de esta jornada lo puso el catalán Toni Francesc con su propuesta "Artificial Life", que él mismo, en declaraciones a Efe, definió como "una metáfora entre hombre y máquina" con la intención de trasladarla a formas y contenidos.
El colorido de Francesc, en su segunda temporada sobre la pasarela neoyorquina, es el de ese mundo postindustrial, el de los óxidos, los marrones matizados con el cobre o la tierra, azules cobaltos, grises verdosos y negros, en tejidos cálidos y técnicos.
El diseñador explicó que trabajó "mucho los óxidos" y utilizó "tejidos acabados con ácidos y bases, para sacarles el color que tenían ocultos", y en otras prendas se decantó por acabados tecnológicos y tejidos impermeabilizados.
"Hemos sacado del algodón, la seda y la viscosa, los colores que tenían ocultos", dijo Francesc en referencia a un proceso que da lugar a una elegante paleta de colores muy matizados e invernales.
Toni Francesc ha dedicado tiempo a los volúmenes de sus prendas, en especial los superiores, a los que ha dado forma de alerones y que en ocasiones ha llevado a la cadera, pero "siempre con cinturas muy limpias, para dar la sensación de alargamiento de la imagen".
La mujer estilizada y futurista del diseñador español vestirá el próximo invierno desde pantalones hiperanchos y de grandes volúmenes a los que se adaptan, tipo "leggings", como una segunda piel.
EFE
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