Las relaciones de pareja suelen ser difíciles por la intromisión de familiares, y contrario a lo que se creía, son los cuñados quienes más contribuyen a que la unión se deteriore.
En ocasiones, las hijas mujeres se identifican y se fusionan con ese sentimiento de abandono de sus madres y sienten ellas mismas celos de la pareja de su hermano o hermana.
En estos casos, se desata entre las cuñadas una suerte de lucha sin cuartel contra el “invasor” que llegó a “robar” a un ser querido que -equivocadas- ellas creen que les “pertenece”.
“Si yo espero que una relación – en este caso llevarme bien con mi cuñada – sea buena. No es necesario, no tiene por qué existir gran afinidad mientras el hermano esté feliz. Una cuñada no debe estar fascina con la esposa de su hermano, es la pareja que el hermano eligió y la hermana no tiene por qué estar feliz con ella”, dijo la doctora Lupe Maestre en Confidencias.
El doctor Ricarte Cortez, recomendó lo siguiente para que no se confundan los roles de “cuñada”.
A tomar en cuenta si tu hermano decide casarse o tener una pareja:
1)Module sus expectativas respecto a las cuñadas: no tiene por qué ser la persona ideal, no estamos enamoradas de ellas, no me tiene por qué caer excelente, y se debe entender porque es la persona que el hermano ha elegido.
2) No hay manera que una persona entre una familia sin que esto altere las relaciones, todo va a cambiar, el hermano ya está casado
3)Si hay problemas de involucramiento familiar, quien debe responder es el HERMANO.
“Hay que delimitar los problemas, una hermana no se tiene por qué meter en la vida del hermano, no tiene por qué cambiar a la esposa que el hermano ha elegido, quien tiene que aguantar a la esposa es el esposo, no la cuñada. El hermano es quien debe solucionar los problemas con su pareja, nadie más”, recomendó Ricarte Cortez.
Comparte esta noticia