El regreso anticipado del presidente de EEUU ya se preveía, dado que queda una semana para lograr un acuerdo que evite la combinación de recortes del gasto y aumentos de impuestos.
El presidente de EEUU, Barack Obama, interrumpirá sus vacaciones familiares en Hawái y regresará a Washington probablemente este mismo miércoles en busca de cerrar un acuerdo con los republicanos que evite el "abismo fiscal" que entrará en vigor en enero.
El retorno de Obama a Washington puede producirse "tan pronto" como este miércoles, según indicó hoy a The New York Times una fuente de la Casa Blanca.
Mientras, la cadena Fox News, que cita también a una fuente de la Casa Blanca, señala que el presidente probablemente partirá de Hawái, adonde llegó el viernes con su familia para pasar las vacaciones navideñas, a última hora del miércoles.
El regreso anticipado de Obama, quien en un principio había planeado estar en Hawái hasta principios de enero, ya se preveía dado que apenas queda una semana para lograr un acuerdo que evite la combinación de recortes del gasto y aumentos de impuestos conocida como "abismo fiscal" y que entraría en vigor en enero.
Asesores de la Casa Blanca y legisladores demócratas están trabajando en nueva propuesta contra el "abismo fiscal" para presentarla en el Senado, que tiene programada una sesión para el jueves, según informa hoy la cadena CNN.
Se trata de presentar un plan que pueda ser aprobado con facilidad en el Senado con el apoyo de los republicanos para presionar a continuación a la Cámara de Representantes, controlada por los conservadores, a sumarse también a él.
Durante estos cuatro días de vacaciones navideñas no ha habido conversaciones entre los negociadores demócratas y republicanos.
Obama ya ha hecho importantes concesiones, como él mismo recordó la semana pasada, al subir de 250.000 a 400.000 dólares anuales el umbral de los hogares que, a su juicio, deben pagar más impuestos para que aumenten los ingresos del Estado.
Mientras, el llamado "plan B" presentado por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, fracasó estrepitosamente al no conseguir apoyos suficientes dentro de su propio partido.
El "plan B" de Boehner contemplaba la subida de impuestos para aquellos hogares con ingresos anuales de más de un millón de dólares y se topó con el rechazo enérgico de congresistas, en su mayoría del movimiento derechista Tea Party, que se oponen radicalmente al aumento de cargas fiscales a los ciudadanos.
EFE
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