En Uruguay el canciller Rafael Roncagliolo se mostró convencido de la fortaleza de un bloque político y económico y por tanto la región se tiene que unir para ´asegurar su presencia en el mundo´.
El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, ratificó este viernes en Montevideo la apuesta de su país por lograr una mayor integración de América Latina para formar "un bloque político y económico" sólido que permita a sus miembros proyectarse con fuerza común "en un mundo globalizado".
En un discurso ante los representantes de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) en la sede de la organización en Uruguay, Roncagliolo afirmó que el Gobierno peruano tiene como objetivo de su acción exterior fortalecer esa unidad entre los países de la región y aprovechar de ese modo el buen momento económico y político que viven para construir "una visión global estratégica".
"Pretendemos fortalecer, en esta coyuntura económica y política, que tomamos como una coyuntura particulamente útil y como una oportunidad que no se debe desaprovechar, la unidad de nuestros países para proyectarnos en la economía y en el mundo global, como un conjunto", afirmó el canciller ante la Aladi.
Roncagliolo se mostró convencido de que "esta es la hora de América Latina" y que por lo tanto la región se tiene que unir para "asegurar su presencia en el mundo", con "autonomía" y sin "dependencias".
"Falta tener la capacidad e imaginación, sobre todo la imaginación, para sumar fuerzas y provocar esta convergencia. Pero esta oportunidad es muy buena", insistió.
Ambiente de consenso
En ese sentido, el canciller indicó que esa sensación se percibe en toda la región, en la que predomina "un ambiente de consenso" en el que se está buscando el refuerzo "de las tendencias centrípetas" donde ya no triunfan "las guerras y enfrentamientos y los intereses centrífugos".
El discurso de Roncagliolo ante la Aladi, la mayor organización latinoamericana de integración con doce miembros y cuyo objetivo último es formar un mercado común regional, fue la última actividad del día en la visita oficial que el ministro realiza a Uruguay.
A primera hora de la mañana, el canciller se reunió con su par uruguayo, Luis Almagro, y más tarde con el presidente José Mujica, para intensificar los contactos bilaterales y estudiar iniciativas conjuntas en el terreno comercial y tecnológico, como parte de los afanes integradores de ambas naciones.
Tras el encuentro con el mandatario, el canciller peruano reveló que Mujica invitó formalmente al presidente de Perú, Ollanta Humala, a visitar el país.
Además, Roncagliolo revisó con Mujica y Almagro la agenda bilateral y regional, así como "todos los acuerdos de colaboración" con Uruguay, nación a la que calificó de "país hermano".
"Estamos trabajando mucho en los temas de colaboración en defensa, en los acuerdos científicos y tecnológicos", explicó.
Investigación científica
Roncagliolo destacó asimismo el compromiso de su país en "colaborar también en la investigación científica en la Antártida" y "tratar que el conjunto de países de Unasur", Unión de naciones Suramericanas, "asuman juntos" ese reto.
La ampliación de los acuerdos comerciales vigentes y la intensificación de los intercambios de productos y servicios fueron también señalados por Roncagliolo como prioridades para Perú, cuyo comercio con Uruguay creció en un 45 por ciento en los últimos años.
Según datos oficiales uruguayos, entre 2005 y 2010, el último año completo del que se disponen cifras, el intercambio comercial creció de los 42 a los 84 millones de dólares, con un saldo siempre favorable a Uruguay.
El año 2010 se cerró con exportaciones uruguayas al país andino por valor de 66 millones de dólares y de importaciones peruanas a la nación rioplatenses por un monto de 18 millones de dólares.
El principal producto que Uruguay exporta a Perú es el arroz, que ese año acaparó el 78,9 por ciento de las ventas a ese destino, seguido a mucha distancia por madera y queso.
El producto que Perú más vende a Uruguay es la lana sin cardar ni peinar, con el 47,91 por ciento de las operaciones en 2010, seguido de las preparaciones y conservas de pescado, con el 9,42 por ciento.
EFE
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