Este fin de semana se conmemoraron 20 años de la ascensión del montañista peruano Augusto Ortega a la cima del monte Everest.
Augusto Ortega fue el primer montañista peruano en coronar la cima del monte Everest (8.846 metros) hace 20 años, en una expedición donde también salvó la vida de un compañero suyo perdido durante una travesía hacia la cumbre, según develó en una entrevista.
Con el objetivo de "motivar a gente nueva para que también haga montaña" Ortega conmemoró este fin de semana las dos décadas de su ascensión a la montaña más alta del mundo durante la clausura de la octava edición del Inkafest, el festival de cine documental de montaña y aventura celebrado en la ciudad peruana de Huaraz.
El montañero explicó que rescató a un estadounidense integrante de su expedición que se había extraviado camino del campo 4, a quien halló durante la noche "muy mal, exhausto y desorientado", así que lo llevó "a rastras" al campamento, al que llegó cuando sus compañeros se disponían a partir hacia la cumbre.
Para entonces Ortega se encontraba "muy cansado" ya que en la misma jornada había subido en solitario desde el campo 2 al 4 para alcanzar al otro grupo de su expedición, después de que el suyo hubiera desistido anteriormente de alcanzar la cima porque pasaron "tres días con nevadas muy fuertes y pocos alimentos".
"Sin embargo cuando uno hace montaña descubre que los límites no existen y que siempre hay más y más, así que sin dormir, a la medianoche, salí con el grupo y cuando ya había amanecido y no daba más de sí me iba a rendir en una cornisa, pero me di cuenta que era la cumbre sur, y que la cima principal estaba muy cerca", recordó.
En ese momento asegura que sintió la misma emoción que cuando de joven subió a su primera cima, el nevado de Carhuac (5.040 metros), uno los picos que custodian Huaraz, ciudad natal de este hombre que abandonó los estudios de ingeniería civil por la montaña, lo que le hace "más feliz", sobre todo cuando la disfruta con sus hijos.
"Ese año tuve mucha suerte", admitió Ortega, quien en 1999 ascendió de nuevo al Everest, pero esta vez sin la ayuda de los tanques de oxígeno, "no porque lo hubiera planificado así, sino porque el regulador no funcionó y la decisión era subir sin ellos o quedarme allí".
EFE
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