Decenas de alumnos de la PUCP bloquearon la cuadra 18 de la avenida Universitaria como medida de protesta para que el rector Carlos Garatea ejecute una política adecuada de violencia de género, luego de que se presentara una denuncia de agresión hacia una alumna por parte de otro estudiante.
Decenas de estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) protagonizaron la noche de este jueves una protesta reclamando una mejor política contra la violencia de género en su universidad. Estos bloquearon la cuadra 18 de la avenida Universitaria desde la calle Santa Teodosia.
La medida adoptada por los estudiantes se dio luego de un infructuoso diálogo con el rector Carlos Garatea. Los manifestantes, también piden la renuncia del defensor universitario, Wilfredo Ardito, a quien acusan de no actuar ante hechos de violencia de género.
La semana pasada, el estudiante Renzo Tello García (21) fue acusado de presuntamente haber golpeado, mordido e intentar ahorcar a su expareja, también alumna de la universidad. Los estudiantes piden la separación del agresor, porque -denuncian- aún continúa asistiendo a clases en la Facultad de Derecho, la cual comparte con su víctima. Sin embargo, el Rectorado ha manifestado que han dispuesto "restringir el acceso" del alumno al campu.
La protesta generó congestión vehicular en la avenida Universitaria, por lo que se dio la orden de abrir las puertas de la universidad para que los buses de transporte público transiten dentro del campus. Esta acción fue muy lamentada por los estudiantes, ya que señalan que se está violando la autonomía de la misma. Algunos alumnos de la casa de estudios señalaron que esto es una “burla” a la comunidad de la PUCP.
A través de un comunicado, la Federación de Estudiantes de la PUCP (Fepuc) afirma que en la comunidad hay casos de violencia a mujeres los cuáles han sido tratados de manera negligente y tardía por las autoridades de la casa de estudios.
Los manifestantes piden que más allá del lugar donde se den los hechos de agresión, la universidad esté en la obligación de garantizar a las víctimas un espacio seguro dentro del campus. Lo cual no viene ocurriendo en el último caso denunciado.
Comparte esta noticia