´Siempre nos quedará París´, ´Este es el principio de una bonita amistad´ y ´Tócala otra vez, Sam´, son algunas de las líneas que se han quedado en el imaginario colectivo de los cinéfilos.
La película "Casablanca" festeja este año su 70 aniversario y entre lo más recordado de este filme, queda, sin lugar a dudas, los hermosos diálogos de sus protagonistas.
"Siempre nos quedará París", que se emplea como un dicho para aludir a los buenos momentos vividos y que Rick (Humphrey Bogart) dice a Ilsa (Ingrid Bergman) antes de despedirse de ella, su amor imposible y con la que tuvo una relación en la capital francesa, es una de las más recordadas.
Algo similar ocurre con "(Louis,) creo que éste es el principio de una bonita (gran/hermosa) amistad", línea de Bogart que cierra "Casablanca" y con la que su personaje acepta una propuesta para dejar atrás la ciudad marroquí y pasar página en su vida.
Contrariamente a lo que se cree, en los diálogos de los protagonistas con Sam, el pianista interpretado por Dooley Wilson, nunca se dice "Tócala otra vez, Sam", sino "Tócala, Sam".
En dos momentos diferentes del filme los protagonistas, cada uno por separado, le piden el tema al músico. Primero el personaje de Bergman en una secuencia en la que ella ruega al artista que cante la canción "por los viejos tiempos".
"Tócala, Sam. Toca "As Time Goes By"", dice Ilsa, que finalmente logra que el pianista entone el tema hasta que Rick les interrumpe.
Posteriormente, es un Bogart sombrío quien alterado le exige que interprete de nuevo la canción.
"La tocaste para ella, la puedes tocar para mí", dice Rick, aunque Sam se niega en un primer instante.
"Si ella pudo soportarlo, yo puedo. ¡Tócala!", ordena alterado Rick, que se calma a medida que suenan las primeras notas.
Hay quien atribuye la confusión en torno a esta frase a la película "Play It Again, Sam" (Tócala otra vez, Sam), que estrenó Woody Allen en 1972 y en la que el protagonista recibía consejos de un imaginario Humphrey Bogart.
RPP/EFE
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