Negarlo es entrar en una situación riesgosa, un círculo vicioso tan pernicioso como la adicción misma que se fortalece más mientras no te animes o no quieras llamar a las cosas por su nombre.
Si percibes conductas que te hacen pensar que tus hijos tienen un problema de adicción, estate alerta y no dejes pasar los detalles. Recuerda que la diferencia al enfrentar un problema de este tipo la marca el tiempo que nos toma aceptar esta realidad por difícil y frustrante que sea.
Negarlo es entrar en una situación riesgosa, un círculo vicioso tan pernicioso como la adicción misma que se fortalece más mientras no te animes o no quieras llamar a las cosas por su nombre.
Muchos dramas familiares se pudieron evitar con una decisión oportuna y acción decidida. Recuerda que probablemente el adicto a través de su adicción esté denunciando de la forma más brutal y autodestructiva las propias inconsistencias de la familia, los silencios, la violencia, todo aquello que siempre has tratado de disimular o no te has animado a enfrentar.
Ese tipo de comportamientos es la clave para entender la férrea determinación que a veces se pone en negarlo o en postergar su tratamiento, pues lo que tanto se temió que salga a la luz ahora lo hace de una forma devastadora y toma como víctima al más débil.
Considera que para un adicto, esta es quizás es la única forma de ser alguien. Es necesario iniciar un proceso terapéutico que indague el origen de la decisión de convertirse en adicto.
Perfil del especialista
Nombre: Dra. Dunia Samamé
Teléfonos: 990-581-496
Correo electrónico: comunicandods@hotmail.com
Especialidad:
Psicoterapia especialista adolescentes, jóvenes y adultos.
Reflexiones para Eva todos los martes en Era Tabú.
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