Hasta el momento, la tercerización en Brasil es autorizada para actividades no específicas de las empresas contratistas, como limpieza, transporte y seguridad.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, manifestó su rechazo a la posibilidad de que el Congreso apruebe un proyecto de ley que reglamente la tercerización del empleo sin ningún tipo de restricción, en un vídeo que publicó en las redes sociales para conmemorar el Día del Trabajo.
La jefe de Estado dijo que la reglamentación de la tercerización puede mejorar las condiciones de trabajo de millones de personas que trabajan para contratistas de otras empresas pero defendió la imposición de restricciones para que ese tipo de contrato no se extienda a todo el mercado laboral.
"La reglamentación del trabajo tercerizado tiene que diferenciar entre las actividades fines y las actividades intermedias de los varios sectores productivos", afirmó la mandataria al manifestar su oposición a una ley que permita a las empresas contratar tercerizados incluso para sus funciones principales.
Según legisladores del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), un fabricante de automóviles, por ejemplo, puede ser autorizada a contratar tercerizados para la limpieza o la seguridad, pero no para las líneas de producción de los vehículos.
Rousseff dijo que el proyecto de ley en discusión en el Congreso puede mejorar el empleo de cerca de 12,7 millones de trabajadores tercerizados, a los que se les ofrecerá "protección en el empleo, derechos laborales y jubilación, y garantía de un salario digno".
El proyecto de ley aprobado por la Cámara de Diputados el 22 de abril y ahora en discusión en el Senado amplía para todo los sectores la tercerización, con lo cual autoriza a las empresas a contratar prestadores hasta para la actividad final que prestan.
Hasta el momento, la tercerización es autorizada para actividades no específicas de las empresas contratistas, como limpieza, transporte y seguridad.
La mandataria hasta ahora no se había pronunciado sobre si respalda o no la iniciativa, que cuenta con el apoyo de partidos oficialistas pero es rechazada por los sindicatos.
La jefe de Estado tampoco ha aclarado si puede vetar la ley antes de sancionarla en caso de que el Congreso extienda la tercerización a todas las actividades y sectores.
La tercerización fue la iniciativa más criticada en las marchas organizadas hoy por las centrales sindicales en decenas de ciudades de Brasil para conmemorar el Día del Trabajo.
En otro de los tres vídeos que divulgó hoy en redes sociales, la presidenta dijo precisamente que los gobernantes tienen que aprender a escuchar las reivindicaciones de quienes protestan en las calles.
"Tenemos que acostumbrarnos a las voces de las calles, a los pleitos de los trabajadores. Tenemos que reconocer como legítimas las reivindicaciones de todos los segmentos sociales de nuestra población", afirmó.
EFE
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