Corea del Sur se prepara para comenzar mañana unas maniobras conjuntas con EE.UU. en el Mar Amarillo, en las que participará el portaaviones nuclear George Washington.
Corea del Sur celebró hoy el funeral por las dos víctimas militares del ataque norcoreano del martes con peticiones de venganza, mientras que aumenta la tensión en la zona ante el inicio mañana, domingo, de maniobras navales conjuntas entre EEUU y Corea del Sur.
Familiares, oficiales militares y políticos despidieron hoy en una emotiva ceremonia a los fallecidos -el sargento Seo Jeong-woo, de 22 años, y el cabo Mun Gwang-wook, 20-, mientras que Corea del Sur se prepara para unas maniobras militares que han sido criticadas por Pyongyang y su aliado chino.
En el oficio religioso, retransmitido en todo el país, se escucharon voces de oficiales y soldados a favor de vengar la muerte de los dos soldados en el ataque del martes 23 con obuses contra la isla fronteriza de Yeonpyeong, en el que también perdieron la vida dos civiles surcoreanos.
Corea del Sur se prepara para comenzar mañana y hasta el miércoles unas maniobras conjuntas con EEUU en el Mar Amarillo (Mar Occidental) en respuesta al ataque norcoreano en las que participará el portaaviones nuclear George Washington.
Hoy, las autoridades de Corea del Norte a través de la agencia estatal KCNA advirtieron de que, si EEUU lleva a las aguas ese navío de 97.000 toneladas, "nadie podrá predecir las consecuencias" y acusó a Washington de promover la confrontación entre las dos Coreas de manera premeditada para incrementar su presencia militar en la zona.
En el comunicado, Pyongyang lamentó la muerte de civiles en el incidente armado el martes y acusó a Seúl de utilizar a la población de la isla como "escudos humanos", ya que su ataque iba dirigido a la base militar.
-EFE-
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