Un producto que es popular en casi todos los países de Suramérica es convertido por un innovador cocinero en todo un reto al paladar.
Hecha a base de harina especial, manteca, huevos, sal, azúcar, polvo de hornear y agua la empanada tiene la misma cara en casi toda Suramérica, algunos de Centro-America y claro España y Portugal. Puede ser chilena, colombiana, argentina y uruguaya; pero también ecuatoriana, venezolana, nicaragüense y boliviana, todas con su relleno especial o quizá algún producto local de la zona. Y su sabor muy apreciado.
¿Pero donde esta la diferencia con la que podemos nosotros desnivelar aquí? Esa fue la pregunta que le hicimos a Henry Oldani Donna, propietario de Maveri un singular local donde la pasta es la reina y quien por dinastía hace que generaciones de familias regresen a su local para saborear desde empanadas de lomo saltado, ají de gallina, de pollo con champiñones, de choclo, de cangrejo, de langostino, de cebolla y hasta de la peruanísima anchoveta.
Claro que seguro dirá que exageramos un poquito, pues les decimos que no y que su delirio culinario salto hasta la pizza la cual logró luego de una mezcla roja y blanca sacar del horno una con sabor a lomo saltado, así es como lo leyó.
Mientras tanto Milagros Valverde recorría en breve tiempo por los distintos sabores dibujados en su mesa de trabajo y se deleito ejercitando su paladar. Para luego dar su veredicto final. ¡¡Uhmmmm, Sabroso!! Dio la vuelta y pregunto: ¿hay más? Lo que sigue no es un mito, pero varios se conformaron con mirar. Es que no todos tenemos alma de sibarita.
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