Tradicionalmente, muchos yemeníes asan langostas y se las comen. El precio de una botella llena de langostas es alrededor de un dólar estadounidense.
Informes indican que enjambres de langostas invadieron la zona norte del país, aumentando las preocupaciones por la devastación generalizada de las cosechas.
Sin embargo los lugareños le han dado la vuelta al problema y han hecho de esta invasión un verdadero banquete donde la estrella es obviamente la langosta asada.
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