Según programa dominical, cuando los fiscales solicitaron las cámaras de seguridad de la Dirincri, fueron informados de que ocho de estas no funcionaron el día en que ocurrieron los hechos.
El pasado 24 de abril, la Fiscalía intervino las oficinas de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional, que se ubica en el Cercado de Lima, ante las denuncias de presuntos actos de corrupción en las compras de equipos y material de protección y seguridad sanitaria para que el personal de la institución afronte la lucha contra la COVID-19.
Un reportaje del programa Cuarto Poder reveló que todo el material incautado por el Ministerio Público, guardado en cajas, sellado y con orden de inamovilidad, desapareció misteriosamente de la sede policial.
"Había unos lotes de ciertos productos que tenían que ser analizados otro día por la fiscal [Mónica Silva], pero [cuando retornó] se dio con la sorpresa de que ya no estaban. Al preguntar qué había pasado, no hubo respuesta, nadie sabe nada", dijo Omar Tello, fiscal anticorrupción.
Pero eso no es todo. Cuando los fiscales solicitaron las cámaras de seguridad de la Dirincri para saber qué había ocurrido, fueron informados de que ocho de estas no funcionaron el día en que se movieron el cargamento en investigación.
El dominical indicó, además, que en los pisos 10 (donde opera la unidad ejecutora encargadas de las compras), 3 (en el que se localiza el Departamento de Homicidios) y 4 (donde se encuentran la Secretaría General, la Asesoría Jurídica, el Estado Mayor y la oficina del jefe de la Dirincri) no tenían cámaras de seguridad operativas.
"Es parte del peritaje establecer si no funcionaban desde un inicio o es que la desconectaron", manifestó Tello. Agregó que, sospechosamente, las cámaras que apuntaban al ingreso del almacén en el que se guardaron las cajas incautadas se encontraban inoperativas.
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