Los restos de la pequeña hallada calcinada son velados en su vivienda de San Juan de Lurigancho.
Los familiares de la niña de 11 años hallada calcinada a pocas cuadras de la Comisaría de Canto Rey, en San Juan de Lurigancho, pidieron “justicia” y exigieron “pena de muerte para el asesino”.
Los deudos y vecinos de la pequeña velaron toda la madrugada los restos de la pequeña, que fue reportada como desaparecida el jueves y, luego, fue hallada calcinada en plena vía pública.
“Pido que se agilicen (las investigaciones), que haya justicia, y pediría la pena de muerte para los violadores”, dijo Jorge Vellaneda, padre de la menor, quien fue el último que la vio con vida.
Vellaneda llevó el jueves a la menor a la Comisaría de Canto Rey, donde asistía a clases de manualidades. Él admitió que la dejó en su coche y no la vio entrar a la dependencia, donde aseguran que la menor nunca llegó.
La investigación del caso ya está en marcha por un equipo especial creado por la División de Investigación de Homicidios de la Policía Nacional.
De hecho, efectivos policiales llegaron anoche a la casa de la menor, para recabar los testimonios de sus padres, pero su presencia no fue bien recibida por los vecinos, que pidieron que se retiren.
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