El padre Mario Mullo, presidente de la Federación, dijo que la posición de la Iglesia católica no debe ser intransigente, como la que toma actualmente el Pontificado.
La Federación Latinoamericana de Sacerdotes Católicos Casados pidió al Vaticano que acepte el "celibato opcional" para el ejercicio pleno del sacerdocio y reconozca como natural la posibilidad de nupcias para los clérigos.
Esta propuesta la presentará al Vaticano "directamente" la Confederación Internacional de Sacerdotes Católicos Casados, que tiene su sede en Bélgica, después de un Congreso que se realizará este mismo año, indicó el presidente de la Federación Latinoamericana, Mario Mullo.
"Nuestra posición es la misma que la Confederación Internacional de Sacerdotes Católicos Casados y sus Esposas, que es justamente, trabajar por un celibato opcional", remarcó Mullo, quien calificó de "anacrónica" la norma del "celibato obligatorio" en la Iglesia.
Los recientes escándalos sobre la paternidad del presidente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, así como el romance del popular padre Alberto Cutié en Estados Unidos han reavivado la discusión de este asunto en el interior del mundo católico, reconoció Mullo.
"Estamos trabajando y luchando por un celibato opcional en la Iglesia católica y no nos oponemos a que haya también clérigos célibes, porque consideramos que todo esto enriquece a la Iglesia", agregó.
Además, señaló que la posición de la Iglesia católica no debe ser "intransigente, como la que toma actualmente el Pontificado o la jerarquía vaticana".
Según Mullo, el "celibato opcional" es un "clamor del pueblo católico" y una necesidad para impedir "que surjan tantos escándalos".
Asimismo, dijo que una última estadística de esa Confederación Internacional advierte de que, "por lo menos, este momento, hay unos 150.000 curas casados en el mundo".
"En 1990 se decía que éramos unos 100.000, pero se podría decir que en estos últimos años ha habido un aumento de los curas que se han casado y han dejado el celibato", insistió.
El hecho de que un cura contraiga matrimonio no supone que se pierda el sacerdocio, apuntó Mullo, que señaló que "lo que se ha dejado es el ejercicio de la actividad sacramental... dar misas".
Se trata, dijo, de una suspensión a divinis, como la que se les ha aplicado al presidente de Paraguay y al padre Alberto, impedidos de oficiar misas, si bien "nadie les puede quitar el sacerdocio, porque ese es un don de Dios".
Los sacerdotes casados "somos curas estacionados y, si se acepta nuestra propuesta, podríamos, de manera opcional, aceptar retomar las acciones sacramentales" como realizar oficios religiosos, añadió.
El "celibato obligatorio", insistió Mullo, es una posición "anacrónica que se ha discutido desde la Edad Media y, antes, en los diferentes concilios de la Iglesia".
"La Iglesia debe escuchar la voz del pueblo, porque la voz del pueblo es la voz de Dios y está dando la orientación que muchas veces no se entiende y no se escucha en la Iglesia", agregó.
"A veces, se toman decisiones muy drásticas, que no tienen sustento en las escrituras ni en los dogmas de la Iglesia y se prohíbe una ley natural al impedir que los curas se casen", apostilló Mullo.
EFE
Esta propuesta la presentará al Vaticano "directamente" la Confederación Internacional de Sacerdotes Católicos Casados, que tiene su sede en Bélgica, después de un Congreso que se realizará este mismo año, indicó el presidente de la Federación Latinoamericana, Mario Mullo.
"Nuestra posición es la misma que la Confederación Internacional de Sacerdotes Católicos Casados y sus Esposas, que es justamente, trabajar por un celibato opcional", remarcó Mullo, quien calificó de "anacrónica" la norma del "celibato obligatorio" en la Iglesia.
Los recientes escándalos sobre la paternidad del presidente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, así como el romance del popular padre Alberto Cutié en Estados Unidos han reavivado la discusión de este asunto en el interior del mundo católico, reconoció Mullo.
"Estamos trabajando y luchando por un celibato opcional en la Iglesia católica y no nos oponemos a que haya también clérigos célibes, porque consideramos que todo esto enriquece a la Iglesia", agregó.
Además, señaló que la posición de la Iglesia católica no debe ser "intransigente, como la que toma actualmente el Pontificado o la jerarquía vaticana".
Según Mullo, el "celibato opcional" es un "clamor del pueblo católico" y una necesidad para impedir "que surjan tantos escándalos".
Asimismo, dijo que una última estadística de esa Confederación Internacional advierte de que, "por lo menos, este momento, hay unos 150.000 curas casados en el mundo".
"En 1990 se decía que éramos unos 100.000, pero se podría decir que en estos últimos años ha habido un aumento de los curas que se han casado y han dejado el celibato", insistió.
El hecho de que un cura contraiga matrimonio no supone que se pierda el sacerdocio, apuntó Mullo, que señaló que "lo que se ha dejado es el ejercicio de la actividad sacramental... dar misas".
Se trata, dijo, de una suspensión a divinis, como la que se les ha aplicado al presidente de Paraguay y al padre Alberto, impedidos de oficiar misas, si bien "nadie les puede quitar el sacerdocio, porque ese es un don de Dios".
Los sacerdotes casados "somos curas estacionados y, si se acepta nuestra propuesta, podríamos, de manera opcional, aceptar retomar las acciones sacramentales" como realizar oficios religiosos, añadió.
El "celibato obligatorio", insistió Mullo, es una posición "anacrónica que se ha discutido desde la Edad Media y, antes, en los diferentes concilios de la Iglesia".
"La Iglesia debe escuchar la voz del pueblo, porque la voz del pueblo es la voz de Dios y está dando la orientación que muchas veces no se entiende y no se escucha en la Iglesia", agregó.
"A veces, se toman decisiones muy drásticas, que no tienen sustento en las escrituras ni en los dogmas de la Iglesia y se prohíbe una ley natural al impedir que los curas se casen", apostilló Mullo.
EFE
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