La policía israelí anunció que investigará el accionar de los agentes que reprimieron a los activistas palestinos durante el funeral de Shireen Abu Akleh. Las autoridades palestinas culpan al ejército de Israel del asesinato.
La Policía de Israel anunció hoy sábado que llevará a cabo una investigación sobre la actuación de sus agentes durante el funeral la víspera de la periodista palestina Shireen Abu Akleh en Jerusalén, tras una ola de críticas por la represión policial contra quienes portaban su ataúd.
"El comisionado de la Policía de Israel, en coordinación con el ministro de Seguridad Pública, ha dado instrucciones para que se lleve a cabo una investigación sobre el incidente", señaló hoy en un comunicado un portavoz policial, que agregó que "la Policía de Israel apoya a sus oficiales, pero como organización profesional que busca aprender y mejorar, también sacará lecciones del incidente".
La Policía argumentó que durante las ceremonias fúnebres "los agentes estuvieron expuestos a la violencia de alborotadores", que "intentaron sabotear la ceremonia y dañar a los policías". Ante esto, añadió, los oficiales respondieron mediante el uso de la fuerza.
La decisión de investigar estos hechos llega en respuesta a una ola de críticas por parte de la comunidad internacional, incluidos el Gobierno de Estados Unidos, la Unión Europea y el Consejo de Seguridad de la ONU, tras viralizarse las imágenes de agentes israelíes golpeando con bastones a los palestinos que cargaban el ataúd de Abu Akleh, casi haciéndolo caer.
Justificaciones
Durante la jornada del viernes, la Policía israelí ofreció diversos argumentos para justificar la violencia de sus fuerzas, primero alegando cantos nacionalistas, incitación a la violencia y el presunto lanzamiento de piedras, y luego enfatizando que la intención de sacar el cuerpo de la reportera del hospital en hombros violaba un acuerdo con su familia para hacerlo en un vehículo.
Estos episodios se produjeron en un contexto de alta tensión en Jerusalén, donde unos 10.000 palestinos se congregaron para despedir a la veterana periodista, oriunda de la ciudad y que murió el miércoles por un disparo en la cabeza mientras cubría una redada del Ejército israelí en la ciudad cisjordana de Yenín.
Tanto la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como la cadena catarí Al Yazira -para la cual trabajaba Abu Akleh- y varios periodistas que estaban con ella cuando murió acusaron a las tropas israelíes de haberla asesinado.
El Gobierno israelí, por su parte, responsabilizó inicialmente a milicianos palestinos y luego señaló que por el momento es imposible determinar quién efectuó el disparo, remarcando la necesidad de llevar a cabo una investigación conjunta, algo a lo que la ANP se niega.
Incremento de violencia
La redada en la que murió Abu Akleh, de 51 años y que contaba con doble nacionalidad palestina y estadounidense, se produjo en el marco del actual repunte de violencia en la región, que comenzó hace casi dos meses con una ola de ataques en territorio israelí y que ya ha causado más de 50 muertos.
Ayer, durante una nueva operación de arresto en Yenín, un intercambio de fuego con milicianos palestinos provocó la muerte de un sargento de una unidad especial de la Policía israelí, además de 13 palestinos heridos.
Este sábado, la agencia oficial de noticias palestina, WAFA, informó de la muerte de un joven de 23 años que había resultado herido el pasado 22 de abril durante enfrentamientos con las tropas israelíes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén. (EFE)
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