La llegada del nuevo titular de Salud se produce en el momento en que el nuevo coronavirus ya va dejando 2,141 muertes y 33,682 casos en el país.
El nuevo ministro de Salud de Brasil, el oncólogo Nelson Teich, tomó este viernes posesión de su cargo en plena pandemia y lo hizo sin dejar claro cuál será su postura en relación a la gestión de la crisis, aunque precisó que su "prioridad" serán "las personas".
Teich sustituyó en el cargo al médico Luiz Henrique Mandetta, promotor de la cuarentena ante el COVID-19 y quien fue destituido la víspera tras un duro pulso con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, uno de los más escépticos sobre la gravedad del coronavirus.
La llegada del nuevo titular de Salud se produce en momentos en que el coronavirus, que ya ha dejado 2,141 muertes y 33,682 casos, se acelera en el país y su pico se espera para dentro de unas semanas.
Durante su discurso de investidura, Teich guardó silencio sobre al aislamiento social, una medida duramente criticada por Bolsonaro, quien defiende sin tapujos la "vuelta a la normalidad" para preservar los empleos.
En ese sentido, el jefe de Estado volvió a respaldar este viernes la apertura de los comercios y fronteras, actualmente cerrados para evitar la expansión del patógeno en Brasil, y reconoció que corre el "riesgo" de ser culpado si la situación empeora en la lucha contra el coronavirus.
"Esta pelea para que se comience a abrir el comercio es un riesgo que corro, porque si empeora (la situación) me cae todo a mí. Ahora, creo, y es algo que mucha gente ya sabe, (el comercio) tiene que abrirse", dijo el presidente, durante el acto de posesión de su nuevo ministro, una ceremonia en el que también estuvo presente Mandetta.
El líder brasileño, quien calificó la COVID-19 de "gripecita", instó a su nuevo ministro a buscar una alternativa al aislamiento social e insistió en que el "combate al virus" no pude ser "más perjudicial que el propio remedio".
El discurso negacionista de Bolsonaro le valió un duro pulso con Mandetta, un médico que en todo momento actuó respaldado en la ciencia y que contaba con la aprobación del 75 % de los brasileños, el doble que la del presidente, según un sondeo reciente.
Las divergencias entre ambos políticos se intensificaron en las últimas semanas, a medida que se agravaba la crisis en Brasil, y culminaron la víspera con la destitución de Mandetta. En un discurso de tono conciliador, el ahora exministro agradeció este viernes a Bolsonaro por la oportunidad y le deseó a su sucesor "toda la sabiduría para conducir a Brasil".
BRASIL ENFRENTA LA SUBIDA DE LA CURVA
Según el boletín del Ministerio de Salud, Brasil sumó en un sólo día 217 muertes y 3,257 casos, unos datos que reflejan la subida de la curva de esta pandemia, la cual las autoridades prevén que podría alcanzar su techo el próximo mes de mayo.
Algunos hospitales del estado de Sao Paulo, el epicentro de la pandemia, donde viven 46 millones de personas, ya se encuentran al límite de su capacidad, en momentos en los que todavía no se ha alcanzado el pico.
Por esa razón, el gobernador del estado, el centro-derechista Joao Doria, decidió este viernes prolongar hasta el próximo 10 de mayo la cuarentena en Sao Paulo, donde al menos siete hospitales tienen más del 70 % de sus camas de cuidados intensivos ocupadas por pacientes con coronavirus.
(Con información de EFE)
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