El movimiento de protestas en Israel en contra de la reforma judicial que impulsa el Gobierno de Benjamín Netanyahu, ha prometido reactivar la presión en las calles contra esa legislación que ven como una amenaza para la democracia.
La Policía israelí ha detenido de momento a 42 manifestantes por "violar el orden público", en una nueva jornada de protestas masivas en todo el país en contra de la reforma judicial que impulsa el Gobierno de Benjamín Netanyahu.
De los arrestados, 16 son en el distrito de Tel Aviv, 15 en la zona centro del país, 8 en Jerusalén y 3 en el distrito de la costa mediterránea, informó un portavoz de la policía en su recuento hasta las 11.00 hora local (3:00 a.m. de este martes en Perú)
"La Policía de Israel continuará permitiendo la libertad de expresión y protesta dentro de los límites de la ley, pero no permitirá la violación del orden público, la interrupción de las normas de tránsito y el riesgo para todos los usuarios de la vía", indicó.
Miles de manifestantes en contra de la reforma judicial han tomado desde temprano las principales carreteras y autopistas de Israel, cortando los accesos a las principales ciudades como Tel Aviv, Jerusalén y Haifa.
Estas son las claves que han reactivado las protestas tras más de seis meses de pulso en las calles:
1- Anular la doctrina de la razonabilidad
La Knéset (Parlamento israelí) aprobó esta madrugada en primera lectura un proyecto de ley para anular la doctrina de la razonabilidad, que permite al Supremo revocar decisiones gubernamentales en base a si son razonables o no.
La aprobación definitiva de esta ley está prevista para antes del receso parlamentario de verano, el 31 de julio, y será la primera pieza de la reforma judicial que sale adelante, después de que la ley para cambiar la composición del comité de selección de jueces quedara en suspenso cuando Netanyahu congeló la reforma en marzo.
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El gobierno argumenta que la razonabilidad da amplio margen a los tribunales para "inmiscuirse en asuntos políticos" y que les impide llevar a cabo políticas por las que ganaron las elecciones. Aseguran que no hay doctrina semejante en el sistema judicial de otros países, donde la revisión judicial está más limitada que en Israel, donde todavía podrá realizarse en base a supuestos como ilegalidad, discriminación o desproporcionalidad.
Sin embargo, la oposición política y muchos juristas ven la doctrina de la razonabilidad como una "garantía democrática" y un "contrapeso" al gobierno. Esgrimen que Israel tiene una débil separación de poderes porque el poder ejecutivo controla el legislativo, ya que gobierna el bloque mayoritario en la Knéset.
2- Diálogo roto con la oposición
A finales de marzo, cuando las calles se incendiaron porque Netanyahu cesó al ministro de Defensa, Yoav Gallant, por pedir abiertamente frenar la reforma judicial, el sindicato Hisradrut convocó una huelga general que obligó al primer ministro a congelar la tramitación de esa legislación y abrir un diálogo con la oposición.
Auspiciado por el presidente Isaac Herzog, el diálogo fue roto el mes pasado por la oposición por la "falta de voluntad" del gobierno, que expresó entonces su intención de avanzar unilateramente con el plan.
En los últimos días, Herzog ha instado a volver a la mesa de negociación porque "un acuerdo es alcanzable". "Todavía nadie está dispuesto a sentarse y hablar sin condiciones previas. Es un error de proporciones históricas", alertó.
3- Protestas toman de nuevo las calles
Ante esa situación, el movimiento de protestas prometió "intensificar la lucha para salvaguardar la democracia" y elevar la presión en las calles; mientras que las manifestaciones semanales de cada sábado han ido recuperando la afluencia del principio.
Los colectivos antirreforma -que representan a amplios sectores de la sociedad- han convocado hoy una nueva "jornada de resistencia", con cortes de carreteras y autopistas, y manifestaciones en el aeropuerto internacional Ben Gurion; la embajada de EE.UU. en Tel Aviv; la residencia del primer ministro en Jerusalén o la avenida Kaplan en Tel Aviv, epicentro de las protestas.
4- Mano dura
Aunque comenzaron como un movimiento pacífico, las protestas han ido adquiriendo un cariz más agresivo, mientras el bloque ultraderechista del Gobierno eleva los llamados de "mano dura" para aplacar las movilizaciones. Cada vez más voces en Israel temen que tornen en violencia mientras se encona el debate político. Hoy la policía ya usó cañones de agua contra manifestantes y efectuó numerosas detenciones.
La ley del comité de selección de jueces -que da al gobierno control casi exclusivo del mismo y deja fuera a la oposición- solo necesita una votación final tras haber sido aprobada en marzo en el pleno de la Knéset en primera instancia, pero Netanyahu congeló la reforma ante la polémica que generó esa ley, que previsiblemente pasará en otoño.
La semana pasada dimitió el jefe de la policía de Tel Aviv, Amichai Eshed, para no ceder a las presiones del ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir -del ala más dura del gobierno- de reprimir de forma más contundente a los manifestantes.
Su dimisión provocó un estallido espontáneo en el centro de Tel Aviv, cuando miles de personas salieron a las calles en apoyo a Eshed en una protesta con escenas violentas, con hogueras, cortes en la autopista Ayalon, el despliegue de la policía montada y 37 detenidos.
5- Leyes pendientes
La ley del comité de selección de jueces -que da al gobierno control casi exclusivo del mismo y deja fuera a la oposición- solo necesita una votación final tras haber sido aprobada en marzo en el pleno de la Knéset en primera instancia, pero Netanyahu congeló la reforma ante la polémica que generó esa ley, que previsiblemente pasará en otoño.
La cláusula de anulación -que permitiría al Parlamento revocar fallos judiciales- o la ley que permite sustituir los asesores legales de los ministerios por cargos políticos, son los otros pilares de la reforma pendientes de aprobación. (EFE)
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