El ex portavoz del ´Papa peregrino´ destacó a que en el Sumo Pontífice, cuyo sexto aniversario de su faleccimiento se celebra mañana, no había nada postizo, ni preparado.
Los gestos de Juan Pablo II, del que mañana se cumplirá el sexto aniversario de su fallecimiento, eran genuinos, auténticos, en él no había nada de postizo, de preparado, afirmó hoy el que fuera su portavoz durante 22 años el español Joaquín Navarro Valls.
Navarro Valls, quien participó en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz del Opus Dei en una jornada de estudio con motivo de la beatificación el 1 de mayo próximo de Juan Pablo II, agregó que, aunque muchos relacionan la capacidad comunicativa de Karol Wojtyla con su experiencia en el mundo del teatro cuando era joven, él considera que se confunde la causa con el efecto.
"Yo siempre he pensado que su eficacia comunicativa dependía de qué cosa decía y no de cómo lo decía", aunque en él se daban los dos elementos, señaló.
El exportavoz vaticano resaltó la "calidad humana" del papa Wojtyla, su capacidad "intuitiva" para comunicar y su deseo de hablar siempre el idioma de país que visitaba (126 en sus casi 27 años de pontificado y en los 104 viajes por el mundo que realizó), y no echar mano de inglés.
A ese respecto, contó que durante un viaje a Japón pidió una transcripción fonética del texto que tenía que leer, lo que los japoneses agradecieron.
En la jornada sobre Juan Pablo II también participó el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, que fue preguntado sobre los tiempos para la canonización (proclamación como santo) del papa polaco.
"La canonización exige otro milagro (que se debe producir después de la beatificación) y el proceso relativo lleva su tiempo. La santidad no es fruto de verano, sino que madura cuando madura", precisó.
Amato subrayó que han sido respetados "escrupulosamente" todos los pasos exigidos por la normativa de la Iglesia y que todo se ha seguido "al detalle", sin dejar nada por comprobar. EFE
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