Óscar Muñoz, afrontará 180 días en prisión mientras duren las investigaciones por el presunto abuso sexual contra siete menores de edad.
La justicia chilena ordenó prisión preventiva por 180 días para el sacerdote Óscar Muñoz, acusado de abuso sexual contra siete menores de edad. La Iglesia católica del país, ha sido salpicada por numerosos escándalos de pederastia y este es el primer caso de arresto.
El jueves pasado en Santiago, Muñoz fue trasladado a la ciudad de Rancagua (120 km al sur de Santiago), donde un tribunal ordenó dicha medida mientras duren las investigaciones. En mayo pasado el Papa Francisco adoptó medidas correctivas tras el escándalo generado por encubrimientos de curas pederastas en el seno de la Iglesia chilena.
El fiscal de Rancagua, Emiliano Arias, presentó los casos de cinco menores quienes habrían sido abusados por Muñoz, mientras que otros dos se encuentran en evaluación. Los delitos, que según el fiscal todavía no han prescrito, comprenden el periodo 2002-2018 y se habrían registrado en las ciudades de Santiago y Rancagua.
"Son víctimas todas menores de edad, con inexperiencia sexual, que fueron atacadas sexualmente en el domicilio del imputado, en el domicilio propio de las víctimas cuando estaban bajo el cuidado de éste, por la confianza que generó con las víctimas y con los padres de las víctimas", dijo el fiscal.
¿Quién es Óscar Muñoz?
Muñoz, un reconocido sacerdote de 56 años que ocupó cargos de responsabilidad en el Arzobispado de Santiago durante los últimos siete años y mano derecha del cardenal de la capital Ricardo Ezzati, se enfrenta a penas carcelarias de hasta 15 años, según Arias.
La defensa de Muñoz no se opuso a la prisión preventiva porque "el caudal de antecedentes que el Ministerio Público ha formalizado amerita evidentemente un análisis más profundo y mayor", indicó Gabriel Henríquez, abogado del sacerdote.
El sacerdote se autodenunció el 2 de enero pasado –semanas antes de la visita del papa Francisco a Chile- por al menos dos casos de abuso ante sus superiores, por los que fue suspendido de sus funciones y su caso fue remitido a la Congregación de la Fe en el Vaticano, que investiga los casos de pederastia. La Iglesia chilena informó del caso recién en mayo pasado.
La Iglesia católica chilena vive sus horas más bajas por el rosario de denuncias de pederastia contra el clero y por su encubrimiento por las autoridades eclesiásticas que han llevado al papa Francisco a tomar personalmente cartas en el asunto.
Con información de EFE/AFP
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