David Berry y su familia, se dedicaban a la caza ilegal de ciervos por tres años en Estados Unidos. Esta es su historia.
David Berry, de 29 años, es un cazador furtivo del estado de Missouri (Estados Unidos) que en tres años se dedicó a decapitar cientos de ciervos por las noches en el bosque y a coleccionar sus cabezas como si fueran trofeos de guerra de los que jactarse.
Sin embargo, pasó por alto los rastros que dejaba su comportamiento criminal: La Policía encontró a los cadáveres abandonados al pie de los árboles y creyó estar frente a un asesino en serie de la fauna silvestre.
Según Reuters, el Departamento de Conservación de Missouri calificó el hecho como uno de "los más grandes casos de cacería ilegal de venados". Así fue como la Fiscalía comenzó en el 2015 una investigación que llegó a su desenlace el último fin de semana con una polémica resolución.
El juez del condado de Lawrence, Robert George, ordenó un año de prisión para David Berry y que a partir del 23 de diciembre y por al menos una vez cada mes, vea desde su celda la película de animación producida por Walt Disney, “Bambi”.
La película relata la historia de un ciervo nacido en Virginia llamado Bambi, que aprende muchas lecciones de su madre. Poco a poco va ganando amistades en el bosque, entre ellos un conejo y una cervatilla de la cual se enamora. Su madre es asesinada por un cazador y él tendrá que enfrentarse al hombre, su peor enemigo.
Además de David, las autoridades descubrieron que el padre, llamado del mismo nombre y la madre (Kyle) también eran depredadores de ciervos y se les dio la misma sentencia. Tenían permisos de caza, pesca y captura, los cuales les fueron revocados de por vida.
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