Francisco Sarria García, de 61 años, llevaba una vida entregada al evangelio y a su labor como legislador de Nicaragua, pero una grave acusación, lo ha hecho evaporarse de la escena pública.
Su mundo oscilaba entre la prédica del evangelio y su labor como diputado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Era un político de Nicaragua que siempre se mantuvo en perfil bajo hasta que un espeluznante crimen hizo que desapareciera de la escena pública.
Francisco Sarria García, de 61 años, está en el ojo de la Fiscalía por presuntamente dirigir una red de narcotráfico en Centroamérica y estar involucrado en el asesinato de Máximo Ríos, cuyos restos fueron hallados desperdigados en una solitaria carretera de Managua.
Según el diario La Prensa, Máximo Ríos fue decapitado por fallar en la entrega de 252 kilos de cocaína a un sujeto conocido como ‘El Conejo’. La droga, que tenía como destino Honduras debió ser entregada el 11 de septiembre. Ante la desobediencia, Ríos fue citado con engaños a una finca de Villa El Carmen donde le esperaba ‘El Doc’.
La tesis de la Fiscalía apunta a que Ríos fue torturado y mutilado en presencia de Francisco Sarria García, conocido como ‘El Doc’, luego fue puesto en cuatro sacos y arrojado en varios parajes. Para sustentar su acusación ante el tribunal, el fiscal presentó el testimonio de los integrantes de la banda, mensajes y fotografías del asesinato en sus celulares.
Los testigos son los guatemaltecos Siles René Galindo Recinos y Lucas Medrano Ramírez; los nicaragüenses Marcos Manuel Amaya Narváez y Carlos Enrique Cortez Guevara y el colombiano Everth de Ríos Ospina.
Francisco Sarria fue obligado a renunciar a su inmunidad parlamentaria y no se sabe nada de su paradero. La Policía está investigando donde está escondido y su familia no ha querido contestar a las preguntas de la prensa local.
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