El hecho ocurrió en Baréin luego de que se diera a conocer que el hombre se quitara la mascarilla y empezara a toser al personal médico que le iba a realizar una prueba de descarte de coronavirus. Las autoridades informaron que el hombre incluso “tosió en su propia mano y tocó al personal médico en diferentes partes del cuerpo”.
La Fiscalía de Baréin ordenó este martes prisión preventiva para un hombre que presuntamente se quitó la mascarilla y tosió "deliberadamente" frente al personal médico que le realizaba un test de la COVID-19, después de que hubiera dado positivo en una prueba anterior.
"El acusado se quitó la mascarilla deliberadamente y tosió delante de los médicos presentes. Posteriormente, tosió en su propia mano y tocó al personal médico en diferentes partes del cuerpo para transmitirles el virus", afirmó la Fiscalía General de Baréin en un comunicado.
Agregó que la Dirección de Salud Pública había informado de que el acusado acudió al centro médico para realizar una segunda prueba de coronavirus, tras dar positivo en la primera.
La Fiscalía no detalló cuándo ni dónde sucedieron los hechos de los que se acusa al hombre, cuya identidad no ha sido desvelada.
Las autoridades le acusan de "exponer a contagio a terceros" y debe permanecer en prisión preventiva mientras se llevan a cabo las investigaciones de cara a "enviar al acusado a un tribunal especial".
De acuerdo con la nota, el delito del que se le acusa puede acarrear una pena de hasta tres años de cárcel y una multa de hasta 10 000 dinares bareiníes (unos 26 500 dólares), conforme a la Ley de Salud Pública de 2018.
Hasta el momento, Baréin ha registrado 36 422 casos de la COVID-19 y 128 muertes, de una población de poco más de un millón y medio de personas, por lo que un 2,3 % de los habitantes se ha contagiado.
El pequeño país del golfo Pérsico se ha visto golpeado por la pandemia, debido a las conexiones de la comunidad chií con Irán, y los primeros casos fueron bareiníes retornados desde ese país, según las autoridades.
La mayoría de países árabes han impuesto la obligatoriedad de llevar mascarilla en lugares públicos, con castigos de hasta tres años de cárcel y una multa de 55 000 dólares para los infractores, como es el caso de Qatar.
EFE
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