El presidente Nicolás Maduro reanudó hasta el 2 de enero la vigencia del billete de 100 bolívares y denunció un sabotaje internacional para afectar la economía venezolana.
Por segundo día consecutivo los venezolanos enfrentaron la crisis de superar el día sin dinero en efectivo después de que el billete de 100 bolívares, el de mayor circulación en el país, quedara sin poder de pago y en medio de un duro racionamiento de la moneda de menor denominación. Debido a la ola protestas, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, extendió hasta el 2 de enero el plazo para cambiar y usar los billetes.
La decisión también se aplica al cierre de los pasos fronterizos con Brasil y Colombia, cerrados hace casi una semana para evitar que los billetes que habrían sido sacados por "mafias monetarias" volvieran al país.
Saqueos. Antes del anuncio se registraron varias protestas en el interior del país donde, especialmente en las zonas rurales, los métodos de pago distintos al efectivo son de difícil acceso. En el estado Bolívar, una de la principales zonas mineras en el sur del país y fronteriza con Brasil, las autoridades informaron de varias protestas y saqueos en comercios por la falta de dinero en circulación para hacer las compras.
El gobernador de ese estado, el chavista Francisco Rangel Gómez, acusó a los opositores al Gobierno de Nicolás Maduro de promover estas acciones. Al menos 135 personas fueron detenidas y se redobló el despliegue de funcionarios de seguridad.
Emergencia. El alcalde del municipio Sifontes del estado Bolívar, el opositor Carlos Chancellor, informó que la localidad fue declarada en emergencia por las protestas, la violencia y los saqueos a los comercios, que causaron pérdidas "millonarias" a los comerciantes.
Mientras tanto, en Caracas, donde está la sede principal del Banco Central de Venezuela (BCV), la única institución que inicialmente tenía hasta el próximo martes para canjear los billetes que no lograron ser cambiados en la banca privada durante las primeras 72 horas, se han formado filas de cientos de personas que desde la madrugada esperan su turno para ser atendidos.
El BCV dispuso de 150 taquillas en Caracas que operarán durante 24 horas hasta el martes para que los venezolanos puedan depositar sus billetes de 100 bolívares.
Medidas. El Gobierno exigió en un comunicado la supresión inmediata del billete de 100 bolívares en los cajeros automáticos de la red bancaria nacional que siguieron siendo dispensados en los últimos días pese a que fue sacado de circulación. Además, reiteró la gratuidad de los servicios de red de transporte público gubernamental hasta el próximo martes así como la exoneración del pago de peaje a vehículos de carga en peajes hasta el 15 de enero de 2017, atendiendo a la escasez de efectivo y el periodo de canje.
En la capital del país petrolero la mayoría de los cajeros no dispensan billetes de ninguna denominación, y los bancos pagan en taquilla solo hasta 10,000 bolívares por persona, un monto que alcanzaría, por ejemplo, para comprar unas 15 barras de pan.
Los venezolanos estaban a la espera de que entren en circulación los nuevos billetes con denominaciones de 500; 1,000; 2,000; 5,000; 10,000 y 20,000; y de monedas de 10, 50, y 100 bolívares, que había sido anunciado por el Ejecutivo, pero hasta el momento ninguna entidad ha distribuido los billetes.
Sabotaje. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció este sábado por la tarde que la razón por la que los nuevos billetes, que debían entrar en circulación el pasado día 15, no han llegado al país es un "sabotaje internacional" para afectar la economía venezolana. Por ello, su Gobierno está "aligerando" la entrada del papel moneda con las nuevas denominaciones que entrarán en curso legal.
Sin embargo, en el anunció de última hora hecho por el mandatario al final de la noche, se dejó claro que la circulación de los nuevos billetes sería reprogramado. La decisión de reemplazar el actual cono monetario, que circula desde 2008, busca enfrentar la inflación y facilitar el manejo de efectivo que durante los últimos años se había vuelto engorroso por los grandes volúmenes de billetes necesarios para hacer pagos simples en efectivo. (EFE)
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