Ni siquiera el caluroso verano pudo evitar que los amantes del rock escuchen en vivo a Libido, Leusemia, Mar de Copas y Amén, entre otros grandes de la escena nacional.
Fue un día dedicado al rock nacional. La edición número cuatro del Acustirock, realizada el último sábado, presentó a los mejores exponentes del género frente a un entusiasta público, en la tribuna norte del Estadio de San Marcos.
Ni el implacable sol de la tarde ni el inesperado frío de la noche pudieron evitar que los amantes del rock lleguen a la cita. Al promediar las 2:25 p.m., Argonautas se hizo presente para iniciar con este esperadísimo festival. Le siguieron Miki Gonzalez, Bocanegra, Río y Emergency Blanket.
Empezaba a oscurecer y el auditorio ya estaba casi lleno. No fue sino hasta la aparición de Libido, pasada las 6:30 p.m., que los miles de asistentes comenzaron a subir el volumen de sus gritos y se dejaron llevar por la música.
Salim Vera, Manolo Hidalgo y Wilder López recordaron aquellos temas que los convirtieron en un referente del rock en los años 90. “Tres”, “Frágil”, “Néctar”, “Respirando”, “Como un perro”, “En esta habitación”, “Universo”, “No será lo mismo sin ti”, “No voy a verte más” y “Libido” fueron parte de su repertorio.
Con un dominio escénico admirable y un sonido estremecedor, Salim y compañía dejaron la valla demasiado alta para un tibio Carlos Compson, quien siguió con el concierto desde las 7:40 p.m., frente a un público escéptico.
La llegada de No Recomendable a escena, cerca de las 8:25 p.m., trajo de vuelta los ánimos y preparó el camino para uno de los platos fuertes de la noche: Daniel F y Leusemia.
Desde que aparecieron, el auditorio les demostró respeto con fortísimos aplausos, saltos y gritos. El grupo inició su parte del show cantando “Barra maldita”, antes de politizar el concierto dedicando “El asesino de la ilusión” a Alberto Fujimori.
“La escribí para un chinito que ahora está pidiendo el indulto y dice que están abusando de sus derechos humanos. ¡Qué se siente, pues!”, ironizó Daniel F.
El pogeo no se hizo esperar. El cantante invitó a sus fanáticos a dejar atrás las represiones con temas tan potentes como “Demolición”.
Superado esa descarga electrizante de música, llegó otro momento que no provocó mayor reacción entre los espectadores. Autobus ingresó, a las 9:35 p.m., con los mejores ánimos y una propuesta bastantes decibeles más baja que la de Leusemia. Esto, sumado a evidentes problemas técnicos, terminó por enfriar al público.
Dolores Delirio tomó luego la posta. A las 10:20 p.m., Ricardo Brenneise, José Inoñán, Joe Silva Quiroz y Arturo Ríos entregaron un rock más alternativo.
La potente del grupo se vio opacada por fallas técnicas que no se superaron hasta que terminó su presentación. Sin embargo, el público hizo oídos sordos y continuó con sus palmas y gritos hasta que la agrupación abrió paso a Pelo Madueño, a quien presentaron como “el mejor músico de rock peruano”.
“Amigos, abajo la corrupción del país”, gritó Pelo antes de iniciar su repertorio, cerca de las 11:15 p.m., con “Calavera reggaetón”. El sonido mejoró cuando se puso nostálgico con “Alma de 80s”, su primer sencillo como solista. Sin embargo, el cantante dejó en claro que no iba a ir más allá en el tiempo: “Vamos a traer varias canciones nuevas”, indicó. Una respuesta negativa del respetable lo forzó a insistir: “Tenemos que actualizarnos”.
Mientras continuaba con su presentación, con temas como “Nivel nacional”, “Ese secreto”, “No hay estrellas en el mar”, “Es por amor” y “Un beso y una flor” (Nino Bravo), se tomó unos segundos para enviar el siguiente mensaje: “Ustedes piensan que la televisión de ahora es una porquería. Se equivocan, siempre lo fue”.
Finalmente se dio por vencido, en su intento por presentar lo nuevo de su repertorio, y recordó la primera canción que compuso, “Mala sangre”, del primer disco de La Liga del Sueño, “Al derecho y al revés”. “Creo que es la única buena porque es la que más cantan”, comentó a regañadientes.
Ya había pasado la medianoche cuando Mar de Copas tomó el escenario. Los gritos no se hicieron esperar, tampoco los saltos ni la histeria.
“Y dicen las radios que el rock peruano no existe”, dijo Wicho García apenas vio al infatigable auditorio de pie. Tan pronto como acabó con el saludo, el grupo comenzó a entregar algunos de sus más recordados éxitos, como “Balada de un encuentro fugaz”, “Entre los árboles”, “La máquina del tiempo”, “Otro día sin sexo”, “Dos caras”, “Ramera” y la infaltable “Mujer noche”, entre otros temas.
Wicho y compañía se despidieron de sus fans mostrando su rechazo al proceso de revocatoria a la Alcaldesa de Lima, Susana Villarán “No se dejen engañar. No a los revocadores. No a la mafia”.
Ya era la 1:20 a.m. cuando apareció Amén. La sola presencia de Marcelo Motta fue suficiente para que el público reaccione de inmediato. Su voz desgarradora y las guitarras afiladas de sus compañeros llevaron la noche a otro nivel con temas como “Vibraciones positivas” y “Te quiero”. La agrupación fue la encargada de cerrar el Acustirock 2013, tras doce horas de rock peruano.
Por Renzo Napa
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