El cantante mexicano llegó poco antes de la medianoche al aeropuerto Torquemada de Viña del Mar generando un alboroto mayúsculo. Reventa de entradas duplicó los precios.
Unas 15.000 personas esperan volver a ver a Luis Miguel en el escenario de la Quinta Vergara donde este miércoles se dará inicio a la 53 edición del Festival Internacional de Viña del Mar. El show tiene las entradas agotadas pero como siempre la reventa hace de las suyas ante el frenesí que ha causado la llegada del astro mexicano.
El “Sol de México” llegó directamente a Viña del Mar en su jet privado, la noche anterior proveniente de Uruguay, lugar donde realizó un show íntimo justo antes de subir al escenario de la Quinta Vergara por cuarta vez.
Han pasado 18 años desde su última presentación en el Festival y ahora Luis Miguel llega para dar vida a la noche inaugural del certamen en su versión 53, acompañado por su manager, dos guardias personales, staff y once músicos.
El show del cantante durará cerca de 90 minutos y recorrerá éxitos como “Suave”, “La barca”, “No sé tú”, “Tengo todo excepto a ti” y “La incondicional”.
Lo de sus 150 toallas blancas, 50 guardias exclusivos, no poder mirarlo a la cara y evitar a Kenita Larraín, es un show aparte.
Mientras tanto, los especuladores ofrecen boletos para la actuación de Luis Miguel en la Quinta Vergara en hasta 830 dólares, más del doble de lo que costaron las más caras cuando salieron a la venta en diciembre pasado y se agotaron en seis horas.
Las entradas más baratas, en la reventa que se realiza en las inmediaciones de la Quinta Vergara, fluctúan en 100 dólares mientras que una platea llega a costar 200 dólares.
Luis Miguel, por cuyo show de 90 minutos los organizadores del Festival pagaron un millón de dólares, cerrará esta noche la jornada inaugural, en la cual se presentarán además Diego Torres y Mala Rodríguez, entre las figuras estelares.
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