"Sin temas cursis a lo Celine Dion", el cantante británico vuelve a la música tras declarar su homosexualidad.
En el disco "The Origin of Love", que se publica hoy, el británico Mika "celebra" el amor y la libertad "sin canciones cursis, que suenen a la Celine Dion de los años 90", dos meses después de declarar su homosexualidad y de esta manera salir reforzado del embate contra uno de los "monstruos" de su vida.
"Decidí que no sería por más tiempo el chico de dieciséis años con miedo. Tengo veintinueve, mi propia vida y soy feliz. Tomo mis propias decisiones y tengo la suerte de estar rodeado de gente tolerante", dijo hoy en Madrid este músico, durante una entrevista con Efe, en la que se mostró sereno, seguro y hablador.
Además, el autor y compositor negó que el dar a conocer su homosexualidad, realizado al magacín Instinct, fuese un truco para promocionar este nuevo disco, el tercero de su carrera tras los exitosos "Life in Cartoon Motion" (2007) y "The Boy Who Knew Two Much" (2009), sino más bien una consecuencia del mismo.
"Si revisas mi carrera, encontrarás a alguien muy discreto con su vida privada, aunque irónicamente toda ella está de manera tan clara reflejada en mis álbumes que podrías saber en qué momento me encontraba en cada uno", explicó.
"En la medida que mis canciones están escritas en primera persona y que este disco habla de la confianza y la alegría, y de no tener nada que esconder, como persona yo tenía que ir detrás (de su propuesta)", añadió, al tiempo que confesó que sintió nervios, pero no miedo, al hacer pública su declaración.
El artista definió este álbum como "una celebración del amor, una afirmación de libertad como artista y como persona" y un canto a la tolerancia.
"¿Es mi sexualidad importante para entender mi música? Diría que no, porque la música es universal y va más allá de las etiquetas. ¿Es importante para entenderme como persona con múltiples facetas y contradicciones? Sí", concluyó, orgulloso de una decisión que le ha hecho mucho bien.
También subrayó que concibió "The Origin of Love" como "una desmitificación de los monstruos y sombras" de su vida, algo que queda reflejado en la misma portada, con una imagen suya "muy clásica, en plan busto romano", aunque en lugar de ir coronado con laureles, su cabeza está ceñida por "un loco dibujo de goterones dorados" formando su nombre.
EFE
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